lunes, 26 de mayo de 2014

¿Vale la pena vivir?

Hombre desesperado, pensando en quitarse la vida

¿Vale la pena vivir?
DIANA es una joven inteligente, simpática y sociable. Pero detrás de su encantadora sonrisa se esconde una profunda tristeza que la deja sintiéndose inservible por días, semanas y hasta meses. “No pasa un día sin que piense en morirme —dice ella—. Estoy convencida de que el mundo sería un mejor lugar sin mí.”
Aunque Diana dice que jamás se quitaría la vida, a veces no encuentra razones para seguir viviendo. “Mi mayor deseo es tener un accidente y morir —añade—. Para mí, la muerte es una amiga, no una enemiga.”
Muchas personas se sienten como Diana, y algunas de ellas han pensado, o incluso intentado, terminar con su vida. Sin embargo, de acuerdo con los expertos, lo que realmente buscan estas personas no es acabar con su vida, sino con su sufrimiento. Creen que tienen razones para morir, y lo que necesitan son razones para vivir.
¿Vale la pena seguir viviendo? Veamos tres razones que muestran que sí.
MITO: Hablar del suicidio —o tan solo decir la palabra— fomenta el deseo de quitarse la vida
REALIDAD: Hablar abiertamente del tema puede ayudar a una persona a pensar en otras opciones



1 Las cosas pueden cambiar
“Se nos oprime de toda manera, mas no se nos aprieta de tal modo que no podamos movernos; nos hallamos perplejos, pero no absolutamente sin salida.” (2 CORINTIOS 4:8)
Se dice que el suicidio es “una solución permanente a un problema temporal”. Aunque le cueste creerlo, las situaciones angustiosas —hasta las que parecen estar fuera de su control— pueden ser temporales o mejorar inesperadamente. 
¿Y si la situación no cambia? De todos modos, lo mejor es hacerle frente, pero poco a poco. Jesús aconsejó: “Nunca se inquieten acerca del día siguiente, porque el día siguiente tendrá sus propias inquietudes. Suficiente para cada día es su propia [angustia]” (Mateo 6:34).
Tal vez esté enfrentándose a una enfermedad crónica, el fracaso de su matrimonio, la pérdida de un ser querido u otra circunstancia irremediable. ¿Qué puede ayudarlo en esos casos?
Aceptar que hay cosas que no puede cambiar y concentrarse en las que sí puede cambiar, como su manera de enfrentarse a las dificultades. Así podrá ver la situación desde un ángulo más positivo (Proverbios 15:15). Quizás encuentre otras formas de manejarla en vez de pensar en soluciones drásticas, como el suicidio. Al final, verá que es posible controlar, hasta cierto grado, circunstancias que parecían incontrolables (Job 2:10).
RECUERDE: Si un problema le parece demasiado grande, trate de superarlo poco a poco. Es como subir una montaña: hay que hacerlo paso a paso.
QUÉ PUEDE HACER: Hable con un familiar o un amigo sobre su situación. Tal vez ellos puedan ayudarle a verla con más equilibrio (Proverbios 11:14).

SUS CIRCUNSTANCIAS CAMBIARON

Lea las palabras de cuatro siervos de Dios que llegaron a sentir tal desesperación que perdieron el deseo de vivir.
Rebeca: “Si esto va a ser así, ¿para qué seguir viviendo?” (Génesis 25:22Dios HablaHoy).
Moisés: “Por favor, mátame [...;] no mire yo mi calamidad” (Números 11:15).
Elías: “Quítame [la vida], porque no soy mejor que mis antepasados” (1 Reyes 19:4).
Job: “¿Por qué no me morí al nacer?” (Job 3:11El libro del Pueblo de Dios).
Si continúa leyendo la historia de estos personajes, verá que sus circunstancias mejoraron de formas sorprendentes. Lo mismo podría pasarle a usted (Eclesiastés 11:6). Así que no se rinda.

2 Puede encontrar ayuda
“Ech[en] sobre [Dios] toda su inquietud, porque él se interesa por ustedes.” (1 PEDRO 5:7)
Quizás crea que no hay mejor remedio para sus dificultades que la muerte. Pero sí existe ayuda, y está a su alcance.
La oración. Orar no solo sirve para sentirse mejor; tampoco es el último recurso en una situación desesperada. Es el medio para comunicarse con Dios, quien se preocupa por usted. Él desea que le cuente sus inquietudes. De hecho, la Biblia lo invita a arrojar su carga sobre Jehová; él lo sostendrá (Salmo 55:22).
¿Por qué no le ora a Dios hoy mismo? Use su nombre, Jehová, y háblele con el corazón (Salmo 62:8). Él quiere que lo vea como un amigo (Isaías 55:6; Santiago 2:23). La oración es un recurso que siempre tendrá a la mano, en cualquier momento y en cualquier lugar.
Personas que lo aman. Hay muchas personas —como sus familiares y amigos— que de seguro ya han demostrado su interés en usted. Incluso hay gente que no conoce pero que también se interesa en su bienestar. Por citar un caso, cuando los testigos de Jehová van predicando de casa en casa, a veces encuentran a personas que están muy angustiadas. Algunas han admitido que estaban desesperadas por recibir ayuda y que habían pensado en quitarse la vida. Esta labor les brinda a los Testigos una oportunidad única de prestar dicha ayuda. Siguiendo el ejemplo de Cristo, se preocupan por el prójimo, y eso lo incluye a usted (Juan 13:35).
Ayuda profesional. Por lo general, los pensamientos suicidas son causados por trastornos emocionales, como la depresión. Si sufre una enfermedad de ese tipo, no tiene por qué avergonzarse, tal como no se avergonzaría por una enfermedad física. De hecho, a la depresión se le llama “el resfriado de la mente”: cualquier persona puede padecerla y tiene tratamiento.*
RECUERDE: La depresión es como un agujero profundo del que es muy difícil salir solo, pero con el apoyo de alguien de seguro lo logrará.
QUÉ PUEDE HACER: Busque a un profesional acreditado que se especialice en trastornos emocionales como la depresión.

[Nota]
Si los pensamientos suicidas son intensos o no desaparecen, busque ayuda: llame a una línea telefónica para la prevención del suicidio o vaya a la sala de urgencias de un hospital. Allí encontrará personal preparado para ofrecerle la asistencia que necesita.



3 Hay esperanza
“Los mansos mismos poseerán la tierra, y verdaderamente hallarán su deleite exquisito en la abundancia de paz.” (SALMO 37:11)
La Biblia reconoce que la vida del hombre es corta y está llena de problemas (Job 14:1). Aunque todos nos vemos afectados por la adversidad, hay quienes pierden por completo la esperanza; no creen que la situación vaya a mejorar, no ven la luz al final del túnel. ¿Es así como se siente? Pues tenga por seguro que la Biblia brinda verdadera esperanza, no solo para usted, sino para la humanidad entera. Por ejemplo:
• La Biblia enseña que Jehová quería una vida mejor para nosotros (Génesis 1:28).
• Jehová promete que hará de la Tierra un paraíso (Isaías 65:21-25).
• Esta promesa se realizará sin falta, pues Revelación [Apocalipsis] 21:3, 4 dice:
“La tienda de Dios está con la humanidad, y él residirá con ellos, y ellos serán suspueblos. Y Dios mismo estará con ellos. Y limpiará toda lágrima de sus ojos, y la muerteno será más, ni existirá ya más lamento ni clamor ni dolor. Las cosas anteriores hanpasado.”
Esto no es un simple sueño. Puede tener la certeza de que Jehová lo hará realidad, pues él tiene tanto el deseo como el poder que se necesita. ¿Verdad que esa es una razón poderosa por la que merece la pena seguir viviendo?
RECUERDE: Quizás sus emociones sean tan inestables como un barco sacudido por la tormenta, pero la esperanza que da la Biblia es el ancla que lo mantendrá firme.
QUÉ PUEDE HACER: Investigue lo que dice la Biblia sobre el futuro. Los testigos de Jehová con gusto lo ayudarán. Puede comunicarse con los que visitan su comunidad o buscar información en el sitio de Internet jw.org.*

No hay comentarios.:

Publicar un comentario