sábado, 17 de mayo de 2014

ORIGENES DE LAS FIESTAS

¿Es la Navidad una celebración basada en la Biblia?

La fecha de la celebración





  La Cyclopædia de M’Clintock y Strong dice: “La observancia de la Navidad no proviene de designación divina, y el N[uevo] T[estamento] no le dio origen. De hecho, ni del N[uevo] T[estamento] ni de ninguna otra fuente puede determinarse el día del nacimiento de Cristo” (Nueva York, 1871, tomo II, pág. 276).

  Lucas 2:8-11 muestra que había pastores en los campos de noche cuando nació Jesús. El libro Daily Life in the Time of Jesus (La vida diaria en los días de Jesús) declara: “Los rebaños [...] pasaban el invierno bajo cubierta; y de esto en sí mismo se puede ver que no es probable que la fecha tradicional para la Navidad, en el invierno, sea correcta, dado que el Evangelio dice que los pastores estaban en los campos” (Nueva York, 1962, Henri Daniel-Rops, pág. 228).

  The Encyclopedia Americana nos informa: “La razón para establecer el 25 de diciembre como la Navidad no está muy clara, pero por lo general se sostiene que se escogió el día porque correspondía con las fiestas paganas que se celebraban alrededor del tiempo del solsticio de invierno, cuando los días empiezan a alargarse, para celebrar el ‘renacimiento del Sol’. [...] Las saturnales romanas (una fiesta dedicada a Saturno, el dios de la agricultura, y al poder renovado del Sol), también tenían lugar en este tiempo, y se cree que algunas costumbres navideñas tengan sus raíces en esta antigua celebración pagana” (1977, tomo 6, pág. 666).

  La New Catholic Encyclopedia reconoce esto: “No se conoce la fecha del nacimiento de Cristo. Los Evangelios no indican ni el día ni el mes. [...] De acuerdo con la hipótesis que sugiere H. Usener [...] y que la mayoría de los escriturarios de hoy aceptan, se asignó al nacimiento de Cristo la fecha del solsticio de invierno (el 25 de diciembre en el calendario juliano, 6 de enero en el egipcio), porque en este día, a medida que el Sol empezaba a regresar a los cielos norteños, los devotos paganos de Mitra celebraban el dies natalis Solis Invicti (natalicio del Sol Invicto). El 25 de diciembre de 274 Aurelio había proclamado al dios solar el patrón principal del imperio, y le había dedicado un templo en el Campo de Marte. La Navidad se originó en un tiempo en que el culto del Sol era especialmente dominante en Roma” (1967, tomo III, pág. 656).

Los magos dirigidos por una estrella





  Aquellos magos eran en realidad astrólogos del oriente (Mat. 2:1, 2NM; BD).Aunque la astrología es popular entre muchas personas hoy, la Biblia desaprueba enérgicamente esta práctica. (Véanse las páginas 109, 110, en la sección titulada “Destino (Hado)”.) ¿Habría conducido Dios hacia el recién nacido Jesús a personas cuyas prácticas condenaba?
  Mateo 2:1-16 muestra que la estrella condujo a los astrólogos primero hacia el rey Herodes y luego hacia Jesús, y que Herodes entonces procuró que se diera muerte a Jesús. No se menciona que nadie además de los astrólogos haya visto la “estrella”. Después que ellos partieron, el ángel de Jehová advirtió a José que huyera a Egipto para proteger al niño. ¿Fue aquella “estrella” una señal procedente de Dios, o provino de alguien que procuraba la aniquilación del Hijo de Dios?
  Note que el registro bíblico no dice que ellos hallaron al infante Jesús en un pesebre, como por costumbre se pinta en el arte navideño. Cuando los astrólogos llegaron, Jesús vivía en una casa con sus padres. En cuanto a la edad de Jesús entonces, recuerde que Herodes, basándose en lo que había llegado a saber mediante los astrólogos, decretó que se aniquilara a todos los niños varones del distrito de Belén que tuvieran dos años de edad o menos. (Mat. 2:1, 11, 16.)

El dar regalos como parte de la celebración; los cuentos acerca de San Nicolás, Papá Noel, etc.

La práctica de dar regalos de Navidad no está basada en lo que hicieron los magos. Como se muestra arriba, ellos no llegaron cuando Jesús nació. Además, no se dieron regalos unos a otros, sino que los dieron al niño Jesús, en armonía con lo que se acostumbraba en aquel entonces al visitar a personas notables.

  The Encyclopedia Americana declara: “Durante las saturnales [...] predominaba el banquetear, y se intercambiaban regalos” (1977, tomo 24, pág. 299). En muchos casos, esto representa el espíritu del dar navideño... el intercambio de regalos. El espíritu que se refleja en dicha costumbre de dar regalos no trae verdadera felicidad, porque viola principios cristianos, como los que se encuentran en Mateo 6:3, 4 y2 Corintios 9:7. Ciertamente el cristiano puede dar regalos a otras personas en otras ocasiones durante el año para expresar su amor, y puede hacerlo cuantas veces quiera.

  Según el lugar donde los niños vivan, se les dice que reciben los regalos de Santa Claus, San Nicolás, Papá Noel, Père Noël, Knecht Ruprecht, los reyes magos, el duende Jultomten (o Julenissen), o una bruja llamada la Befana (The World Book Encyclopedia, 1984, tomo 3, pág. 414). Por supuesto, ninguno de esos cuentos es realmente verídico. ¿Cultiva en los niños un respeto por la verdad el relatarles tales cuentos, y honra dicha práctica a Jesucristo, quien enseñó que a Dios hay que adorarlo con verdad? (Juan 4:23, 24.)

¿Hay alguna objeción a participar en celebraciones que quizás tengan raíces no cristianas, con tal que no se haga por motivos religiosos?

Efe. 5:10, 11: “Sigan asegurándose de lo que es acepto al Señor; y cesen de participar con ellos en las obras infructíferas que pertenecen a la oscuridad, sino, más bien, aun censúrenlas.”

2 Cor. 6:14-18: “¿Qué consorcio tienen la justicia y el desafuero? ¿O qué participación tiene la luz con la oscuridad? Además, ¿qué armonía hay entre Cristo y Belial? ¿O qué porción tiene una persona creyente con un incrédulo? ¿Y qué acuerdo tiene el templo de Dios con los ídolos? [...] ‘“Por lo tanto sálganse de entre ellos, y sepárense”, dice Jehová, “y dejen de tocar la cosa inmunda”’; ‘“y yo los recibiré, [...] y ustedes me serán hijos e hijas”, dice Jehová el Todopoderoso.’” (El amor genuino a Jehová y un fuerte deseo de agradarle ayudarán a uno a librarse de prácticas no cristianas que quizás hayan tenido atractivo emocional para uno. La persona que realmente conoce a Jehová y lo ama no opina que al evitar prácticas que honran a dioses falsos o que promueven la falsedad queda de algún modo privada de felicidad. El amor genuino hace que se regocije, no por la injusticia, sino con la verdad. Véase 1 Corintios 13:6.)

Compárese con Éxodo 32:4-10. Note que los israelitas adoptaron una práctica religiosa egipcia, pero le dieron un nuevo nombre, “fiesta a Jehová”. Pero Jehová los castigó severamente por haber hecho esto. Hoy vemos solo prácticas del siglo XX relacionadas con los días de fiesta. Algunas quizás parezcan inofensivas. Pero Jehová observó directamente las prácticas religiosas paganas de las cuales se originaron. ¿No debería ser el punto de vista de él lo que nos importara?

Ilustración: Suponga que una multitud de personas fueran al hogar de cierto caballero y le dijeran que estaban allí para celebrar el cumpleaños de él. Él no está a favor de la celebración de los cumpleaños. No le agrada ver a las personas excederse en el comer ni emborracharse ni participar en conducta relajada. Pero algunas de ellas hacen todo eso, ¡y traen regalos para todos los presentes menos para él! Por si fuera poco, la fecha que escogen para la celebración es la del cumpleaños de uno de los enemigos del hombre. ¿Cómo se sentiría el hombre? ¿Querría usted ser partícipe de esto? Eso es exactamente lo que se está haciendo en las celebraciones navideñas.

¿Qué origen tienen la Pascua Florida y las costumbres relacionadas con esta?

The Encyclopædia Britannica comenta: “No hay en el Nuevo Testamento, ni en los escritos de los Padres apostólicos, indicación alguna de que se celebrara la fiesta de la Pascua Florida. La santidad de tiempos especiales no era idea que existiera en la mente de los primeros cristianos” (1910, tomo VIII, pág. 828).

The Catholic Encyclopedia nos dice: “Muchísimas costumbres paganas, que celebraban el retorno de la primavera, fueron moviéndose inexorablemente hacia la Pascua Florida. El huevo es el emblema de la vida que germina en la primavera temprana. [...] El conejo es un símbolo pagano y siempre ha sido emblema de fecundidad” (1913, tomo V, pág. 227).



El libro The Two Babylons (Las dos Babilonias), de Alexander Hislop, declara: “¿Qué significa en sí el término Easter [nombre que se da en inglés a la Pascua Florida]? No es un nombre cristiano. Lleva en su mismísima frente su origen caldeo. Easter no es otra cosa que Astarté, uno de los títulos de Beltis, la reina del cielo, cuyo nombre, [...] tal como lo encontró Layard en los monumentos asirios, es Istar. [...] Esta es la historia de Easter.Las observancias populares que aún acompañan el período de su celebración confirman ampliamente el testimonio de la historia respecto a su carácter babilónico. Los panecillos calientes que llevan una cruz encima y caracterizan el Viernes Santo, y los huevos pintados del Domingo de Pascua, figuraban en los ritos caldeos al igual que figuran en los de ahora” (Nueva York, 1943, págs. 103, 107, 108; compárese con Jeremías 7:18).

¿Son objetables para los cristianos las celebraciones de Año Nuevo?





De acuerdo con The World Book Encyclopedia: “El gobernante romano Julio César estableció el 1 de enero como el Día de Año Nuevo en 46 a. de J.C. Los romanos dedicaron este día a Jano, el dios de las entradas, las puertas y los comienzos. El mes de enero recibió nombre en honor de Jano, que tenía dos caras... una que miraba hacia adelante y la otra que miraba hacia atrás” (1984, tomo 14, pág. 237).
Tanto la fecha como las costumbres relacionadas con las celebraciones de Año Nuevo varían de un país a otro. En muchos lugares, la jarana y las bebidas forman parte de las fiestas. No obstante, Romanos 13:13 aconseja: “Como de día andemos decentemente, no en diversiones estrepitosas y borracheras, no en coito ilícito y conducta relajada, no en contienda y celos”. (Véanse también 1 Pedro 4:3, 4 y Gálatas 5:19-21.)

¿Qué sirve de base a los días de fiesta en memoria de los “espíritus de los difuntos”?




La edición de 1910 de The Encyclopædia Britannica declara: “El Día de los Difuntos [...] el día designado en la Iglesia Católica Romana para la conmemoración de los difuntos fieles. La celebración se basa en la doctrina de que las almas de los fieles que al tiempo de morir no han sido limpiadas de pecados veniales, o que no han hecho expiación por transgresiones del pasado, no pueden alcanzar la Visión Beatífica, y que se les puede ayudar a alcanzarla por rezos y por el sacrificio de la misa. [...] Ciertas creencias populares relacionadas con el Día de los Difuntos son de origen pagano y de antigüedad inmemorial. Así sucede que los campesinos de muchos países católicos creen que en la noche de los Difuntos los muertos vuelven a las casas donde antes habían vivido y participan de la comida de los vivientes” (tomo I, pág. 709).
The Encyclopedia Americana dice: “Elementos de las costumbres relacionadas con la víspera del Día de Todos los Santos se remontan a una ceremonia druídica de tiempos precristianos. Los celtas tenían fiestas para dos dioses principales... un dios solar y un dios de los muertos (llamado Samhain), la fiesta del cual se celebraba el 1 de noviembre, el comienzo del año nuevo celta. La fiesta de los difuntos fue gradualmente incorporada en el ritual cristiano” (1977, tomo 13, pág. 725).
El libro The Worship of the Dead (La adoración de los difuntos) señala a este origen al decir: “Las mitologías de todas las naciones antiguas están entretejidas con los sucesos del Diluvio [...] El vigor de este argumento está ilustrado por el hecho de que una gran fiesta de los muertos en conmemoración de ese acontecimiento se observa, no solo en naciones que más o menos se encuentran en comunicación entre sí, sino también en otras extensamente distanciadas, tanto por el océano como por siglos de tiempo. Además, todos celebran esta fiesta más o menos el mismísimo día en que, de acuerdo con el relato mosaico, tuvo lugar el Diluvio, a saber, el decimoséptimo día del segundo mes... el mes que casi corresponde con nuestro noviembre” (Londres, 1904, Colonel J. Garnier, pág. 4). Así que estas celebraciones en realidad comenzaron como una fiesta para honrar a personas que, debido a su maldad, habían sido destruidas por Dios en los días de Noé. (Gén. 6:5-7; 7:11.)
Esos días de fiesta que honran a los “espíritus de los difuntos” como si estos estuvieran vivos en otro lugar van contra la descripción bíblica de la muerte como un estado de completa inconsciencia. (Ecl. 9:5, 10; Sal. 146:4.)
Respecto al origen de la creencia sobre la inmortalidad del alma humana, véanse las páginas 248, 249, en la sección amplia titulada “Muerte”, y la página 36, en la sección “Alma”.

¿Cuál es el origen del Día de San Valentín?




The World Book Encyclopedia nos informa: “El Día de San Valentín cae en el día festivo de dos diferentes mártires cristianos llamados Valentín. Pero las costumbres relacionadas con ese día [...] probablemente vienen de una fiesta romana antigua llamada Lupercalia,que tenía lugar cada 15 de febrero. Esta fiesta honraba a Juno, la diosa romana de las mujeres y del matrimonio, y a Pan, el dios de la naturaleza” (1973, tomo 20, pág. 204).

¿Cuál es el origen de la práctica de dedicar un día para honrar a las madres?


La Encyclopædia Britannica dice: “Una fiesta derivada de la costumbre de adorar a la madre en la antigua Grecia. La adoración formal a la madre, con ceremonias a Cibeles, o Rea, la Gran Madre de los Dioses, se ejecutaba en los idus de marzo por toda Asia Menor” (1959, tomo 15, pág. 849).

¿Qué principios bíblicos explican el punto de vista de los cristianos respecto a ceremonias que conmemoran acontecimientos de la historia política de una nación?
Juan 18:36: “Jesús contestó [al gobernador romano]: ‘Mi reino no es parte de este mundo.’”
Juan 15:19: “Si ustedes [los seguidores de Jesús] fueran parte del mundo, el mundo le tendría afecto a lo que es suyo. Ahora bien, porque ustedes no son parte del mundo, sino que yo los he escogido del mundo, a causa de esto el mundo los odia.”
1 Juan 5:19: “El mundo entero está yaciendo en el poder del inicuo.” (Compárese conJuan 14:30; Revelación 13:1, 2; Daniel 2:44.)

Otros días de fiesta locales y nacionales
Hay muchos. No se pueden considerar todos aquí. Pero la información histórica que se ha provisto aquí indica lo que hay que examinar con relación a cualquier día de fiesta, y los principios bíblicos que ya se han considerado proporcionan amplia guía para las personas cuyo deseo principal es hacer lo que agrada a Jehová Dios.




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