domingo, 25 de mayo de 2014

Cuando azota la desgracia



En algún momento de la vida, a casi todos nos sobreviene una desgracia, incluso a las personas que parecen tenerlo todo.
LA BIBLIA DICE:
“Los veloces no tienen la carrera, ni los poderosos la batalla, ni tienen los sabios tampoco el alimento, ni tienen los entendidos tampoco las riquezas, ni aun los que tienen conocimiento tienen el favor; porque el tiempo y el suceso imprevisto les acaecen a todos.” (Eclesiastés 9:11.)
De modo que la cuestión no es si vamos a sufrir alguna desgracia, sino cómo vamos a reaccionar cuando suceda. Por ejemplo:
• ¿Qué haremos si perdemos nuestras posesiones en un desastre natural?
• ¿Qué haremos si nos diagnostican una enfermedad grave?
• ¿Qué haremos si perdemos a un ser querido en la muerte?
Los testigos de Jehová, editores de esta revista, creen que la Biblia puede ayudarle a soportar los golpes de la vida y a mantener viva la esperanza (Romanos 15:4). 



El viernes 11 de marzo de 2011, un terremoto de magnitud 9,0 sacudió Japón. Murieron más de 15.000 personas y los daños que provocó ascendieron a más de 200 mil millones de dólares. Tras darse el aviso de que ocurriría un tsunami, Kei, de 32 años, huyó a un sitio más elevado. Él comenta: “A la mañana siguiente regresé a mi casa para llevarme lo que pudiera, pero el agua había destruido todo, hasta la estructura. Solo quedaron los cimientos.
Kei
”Tardé un poco en comprender que no había perdido solo unas cuantas cosas, sino todo lo que tenía: mi auto y las computadoras que usaba para trabajar; las mesas, las sillas y el sofá donde se sentaban mis amigos; mi guitarra, mi teclado, mi ukelele y mi flauta; perdí todo lo que usaba para dibujar, mis óleos, mis acuarelas y mis pinturas.”
CÓMO HACER FRENTE A LA DESGRACIA
• Trate de concentrarse en lo que le quedó, no en lo que perdió. La Biblia dice: “Hasta cuando uno tiene en abundancia, su vida no resulta de las cosas que posee” (Lucas 12:15). Kei recuerda: “Al principio hice una lista de todas las cosas que quería, pero lo único que logré fue recordar todo lo que había perdido. De modo que decidí poner en mi lista solo las cosas que realmente necesitaba y las iba tachando a medida que las conseguía. Esa lista me ayudó a recuperar la estabilidad en mi vida”.
• En lugar de encerrarse en sí mismo, utilice su experiencia para consolar a los demás. “Recibí mucha ayuda de los grupos de rescate y de mis amigos —comenta Kei—, pero conforme me iba acostumbrando a recibir, empecé a sentirme inútil. Entonces recordé que Hechos 20:35 dice que ‘hay más felicidad en dar que en recibir’. Como no tenía muchas cosas materiales, decidí dar palabras de ánimo a otras víctimas del desastre. Me ayudó mucho actuar con generosidad.”
• Pídale a Dios sabiduría para enfrentarse a su situación. Kei confió en la garantía que da la Biblia de que Dios “se volverá hacia la oración de los que están despojados de todo” (Salmo 102:17). Usted puede hacer lo mismo.
¿Lo sabía? La Biblia predice que llegará el día en que nadie perderá sus posesiones por culpa de los desastres naturales (Isaías 65:21-23).*

La pérdida de la salud
Mabel, que vive en la Argentina, era fisioterapeuta y llevaba una vida activa. En el año 2007 comenzó a sentirse muy cansada y a sufrir fuertes dolores de cabeza todos los días. “Visité a varios médicos y probé todo tipo de medicamentos —comenta—, pero nada me ayudaba.” Finalmente, le hicieron una resonancia magnética y descubrieron que tenía un tumor cerebral. “¡Me quedé helada! No podía creer que estuviera viviendo con ese asesino dentro de mí.
Mabel
”Con todo, no entendí la gravedad de mi situación hasta que me operaron. Cuando desperté en la sala de cuidados intensivos, era incapaz de moverme. Todo lo que podía hacer era mirar al techo. Antes de la cirugía era muy activa e independiente, pero ahora no podía hacer nada. El tiempo que pasé en cuidados intensivos estuvo lleno de confusión, ruidos de equipos médicos, alarmas de emergencia y quejidos de otros pacientes. Estaba rodeada de sufrimiento y dolor.
”Ahora me siento mejor. Ya puedo caminar sin ayuda y hasta he podido salir sola a la calle, pero veo doble y me falta coordinación muscular.”
CÓMO HACER FRENTE A LA DESGRACIA
• Mantenga una actitud positiva. La Biblia dice en Proverbios 17:22: “Un corazón que está gozoso hace bien como sanador, pero un espíritu que está herido seca los huesos”. Mabel recuerda: “Durante mi recuperación experimenté los mismos desafíos que mis pacientes. Los ejercicios eran muy dolorosos, y a veces quería rendirme. Así que tenía que obligarme a desechar los pensamientos negativos, pues sabía que a la larga el esfuerzo valdría la pena”.
• No pierda la esperanza. “En la Biblia aprendí por qué ocurren las desgracias —dice Mabel—, pero también aprendí que cada día falta menos para que el dolor deje de existir.”*
• Recuerde que Dios se preocupa por usted (1 Pedro 5:7). Mabel comenta cómo la ayudó esto: “Cuando entré en la sala de operaciones, me di cuenta de lo ciertas que son las palabras de Isaías 41:10, donde Dios dice: ‘No tengas miedo, porque estoy contigo’. Sentí una paz inmensa, pues sabía que a Jehová Dios le preocupaba lo que me estaba pasando”.

La pérdida de un ser querido
Ronaldo, que vive en Brasil, sobrevivió a un accidente automovilístico en el que murieron cinco miembros de su familia, entre ellos sus padres. “Pasé dos meses en el hospital sin saber que habían muerto en el choque”, recuerda.
Ronaldo
“Cuando me lo dijeron, no podía creerlo. ‘No puede ser que todos hayan muerto’, pensé. Pero cuando me di cuenta de que era cierto, el mundo se me vino encima. Nunca había experimentado un dolor así. Mi vida ya no tenía sentido sin ellos. Durante meses lloré todos los días. Me culpaba por haber dejado que otro condujera el auto. Si hubiera conducido yo, tal vez seguirían vivos.
”Ya han pasado dieciséis años desde el accidente, y mi vida ha vuelto a la normalidad. Pero la muerte de mis familiares dejó un vacío en mi corazón que todavía no he podido llenar.”
CÓMO HACER FRENTE A LA DESGRACIA
• Llore su pérdida. La Biblia dice que hay un tiempo para llorar (Eclesiastés 3:1, 4). Ronaldo dice: “Cada vez que me daban ganas de llorar, lloraba. Contener las lágrimas no servía de nada; al contrario, cuando lloraba, sentía alivio”. Claro está, no todos demuestran sus sentimientos de la misma forma. Si usted no es el tipo de persona que demuestra su dolor a los demás, eso no quiere decir que esté reprimiendo sus emociones o que debería obligarse a llorar.
• No se aísle (Proverbios 18:1). “No me dejé llevar por el deseo de estar solo —comenta Ronaldo—. Recibía amablemente a quienes me visitaban. También hablaba de mis sentimientos con mi esposa y mis amigos íntimos.”
• Quédese tranquilo si alguien le dice algo que lo lastima, por ejemplo, expresiones como “Es mejor así”. Ronaldo recuerda: “Había quienes me decían cosas para tratar de consolarme y terminaban haciendo lo contrario”. En vez de darle vueltas a ese tipo de comentarios, siga este consejo bíblico: “No des tu corazón a todas las palabras que hable la gente” (Eclesiastés 7:21).
• Aprenda la verdad sobre el estado de los muertos. Ronaldo comenta: “La Biblia dice enEclesiastés 9:5 que los muertos no están sufriendo, y saber esto me tranquiliza. La Biblia también dice que habrá una resurrección, que los muertos volverán a vivir. Por eso, pienso en mis familiares que murieron como si estuvieran de viaje” (Hechos 24:15).
¿Lo sabía? La Biblia promete que llegará el día en que Dios “se tragará a la muerte para siempre” (Isaías 25:8).*





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