miércoles, 30 de julio de 2014

Nuestro antepasado común

Darwin pensaba que todos los organismos vivos compartían un antepasado común e imaginaba la historia de la vida en la Tierra como un gran árbol. Otros creyeron más tarde que el tronco de este “árbol de la vida” se formó con la aparición de las primeras células simples. Nuevas especies derivaron de él, dando lugar a ramas (familias de plantas y animales) y ramitas (todas las especies incluidas en las familias actuales). ¿Sucedió así?


¿Qué afirman muchos científicos? Muchos dan a entender que el registro fósil comprueba la teoría del origen común de la vida. Y dado que todos los seres vivientes utilizan un mismo tipo de “lenguaje informático”, o ADN, afirman que toda forma de vida tiene que haber evolucionado de un ancestro común.


Muchas autoridades recurren al registro fósil para defender la idea de que la vida emergió de un antepasado común. Argumentan, por ejemplo, que dicho registro documenta la noción de que los peces se transformaron en anfibios y los reptiles en mamíferos. Pero ¿es eso cierto?

El paleontólogo evolucionista David M. Raup observa: “En lugar de encontrarse con el desarrollo gradual de la vida, lo que realmente encontraron los geólogos contemporáneos de Darwin —y siguen encontrando los geólogos actuales— es un registro bastante irregular: las especies aparecen en la secuencia muy abruptamente, muestran poco o ningún cambio durante su existencia en el registro y de repente desaparecen de él”.

La verdad es que la inmensa mayoría de los fósiles evidencian estabilidad en los tipos de criaturas a lo largo de extensos períodos de tiempo. No indican que un tipo evolucionó para llegar a ser otro. Los planes corporales distintivos aparecen de súbito, así como las características nuevas. Por ejemplo, el murciélago, con sus sistemas de sonar y ecolocación, surge sin ningún nexo obvio con un antepasado más primitivo.

De hecho, más de la mitad de las principales divisiones de la vida animal surgieron en un período de tiempo relativamente corto. La manera abrupta como numerosas formas de vida nuevas y distintas aparecen en el registro fósil ha llevado a los paleontólogos a referirse a este período como “la explosión cámbrica”. ¿Cuándo tuvo lugar el período cámbrico?

Suponiendo que los cálculos sean correctos, podemos representar la historia de la Tierra con una línea de tiempo que tenga la longitud de un campo de fútbol. A esta escala, es preciso recorrer siete octavos del trayecto antes de llegar a lo que los paleontólogos denominan el período cámbrico. Durante un pequeño segmento de este período aparecen en el registro fósil las principales divisiones de la vida animal. ¿Con cuánta rapidez? Si seguimos caminando, todas estas diferentes criaturas surgen en el trecho de menos de un paso.

La aparición relativamente súbita de estas diversas formas de vida ha inducido a algunos investigadores a replantearse la versión tradicional de la teoría darwiniana. Por ejemplo, el biólogo Stuart Newman expuso en una entrevista en 2008 la necesidad de una nueva teoría evolutiva que explique la repentina aparición de nuevas formas de vida. Dijo: “El mecanismo darwiniano utilizado para explicar todo cambio evolutivo quedará relegado, creo yo, y pasará a ser uno más entre muchos, quizás ni siquiera el más importante para comprender la macroevolución, la evolución de las principales transiciones en los tipos corporales”.





¿Qué hay de los fósiles utilizados para ilustrar la transformación de peces en anfibios y de reptiles en mamíferos? ¿Constituyen una prueba sólida de la evolución en acción? Una mirada más atenta pone al descubierto varias dificultades.


Para empezar, en los libros de texto, el tamaño comparativo de las criaturas colocadas en la secuencia de reptiles a mamíferos es a veces engañoso. En vez de ser de un tamaño similar, como se representan, la realidad es que unas son enormes y otras son pequeñas.


Otro escollo, mucho más serio, es la falta de pruebas de que dichas criaturas están de algún modo emparentadas. Los especímenes de la serie suelen estar separados por espacios que se estiman en millones de años. El zoólogo Henry Gee dice sobre el particular: “Los intervalos de tiempo que hay entre los fósiles son tan enormes que no podemos decir nada definitivo sobre su posible conexión por ascendencia o descendencia”.


Aludiendo a los fósiles de peces y anfibios, el biólogo Malcolm S. Gordon señala que constituyen solo una pequeña “muestra, posiblemente muy poco representativa, de la biodiversidad que existía en esos grupos en épocas pasadas”. Y añade: “No tenemos forma de saber hasta qué punto aquellos organismos específicos tuvieron relevancia en sucesos posteriores o qué relación de parentesco les unía”.


“Tomar una serie de fósiles y afirmar que representan un linaje no es una hipótesis científica que se pueda confirmar, sino una aseveración que conlleva la misma validez de un cuento: es entretenido, quizás instructivo, pero no científico.” (In Search of Deep Time—Beyond the Fossil Record to a New History of Life, por Henry Gee, páginas 116 y 117)


¿Está comprobada la evolución humana?


  Si buscamos bajo el tema de la evolución humana en muchos libros de texto y enciclopedias, veremos una serie de dibujos que muestran una criatura simiesca encorvada seguida por otras de postura más erecta y cabeza más desarrollada hasta llegar al hombre moderno. Tales imágenes, junto con los informes sensacionalistas sobre descubrimientos de los llamados eslabones perdidos, dan la impresión de que la evolución del hombre a partir de los simios está totalmente verificada. ¿Se apoyan estas afirmaciones en pruebas sólidas? Veamos lo que dicen los investigadores evolucionistas sobre los siguientes aspectos.


 A comienzos del siglo XX, los restos fósiles utilizados para apoyar la teoría de que el hombre y los simios evolucionaron de un antecesor común cabían en una mesa de billar. Desde entonces, el número ha aumentado. Ahora se dice que llenarían un vagón de ferrocarril. No obstante, la inmensa mayoría consiste únicamente en huesos y dientes sueltos. Es raro ver cráneos enteros y, más aún, esqueletos completos.


Cada vez que se descubre un nuevo “eslabón perdido”, los medios de comunicación lo pregonan a los cuatro vientos. En 2009, por ejemplo, un fósil apodado Ida fue presentado en sociedad “a bombo y platillo, como si de una estrella de rock se tratara”. La publicidad incluyó el siguiente titular en el periódico inglés The Guardian:“Fósil Ida: extraordinario hallazgo del ‘eslabón perdido’ en la evolución humana”. A los pocos días, la revista New Scientist, también del Reino Unido, anunció: “Ida no es un ‘eslabón perdido’ en la evolución humana”.


A los presuntos antepasados del hombre se los representa en los libros de texto y en los museos con rasgos definidos. Cuanto más antiguo es el ejemplar, más parecido a un mono lo hacen; y cuanto más cercano se supone que está del hombre, más humanos son sus facciones, su tono de piel y su pelo.


Darwin reconoció: “Si numerosas especies [...] en realidad han comenzado su existencia de una vez, ese hecho sería mortal para la teoría de la evolución” (The Origin ofSpecies [El origen de las especies], Nueva York, 1902, Parte II, pág. 83). ¿Indica la prueba existente que “numerosas especies” llegaran a la existencia al mismo tiempo, o señala a desarrollo gradual, como afirma la enseñanza de la evolución?


EL GRAN FARSANTE AL DESNUDO





Veamos que opinan científicos, especialistas y estudiosos:


El astrónomo Robert Jastrow dice: “Para desazón suya, [los científicos] no tienen respuesta clara, porque los químicos nunca han logrado reproducir los experimentos de la naturaleza sobre la creación de la vida desde materia inanimada. Los científicos no saben cómo sucedió eso” (The Enchanted Loom: Mind in the Universe [El telar encantado: mente en el universo], Nueva York, 1981, pág. 19).



El evolucionista Loren Eiseley reconoció lo siguiente: “Después de haber regañado al teólogo por confiar en mito y milagro, la ciencia se halló en la posición no envidiable de tener que crear una mitología propia: a saber, la suposición de que lo que tras de mucho esfuerzo no pudo ser probado que estuviera aconteciendo hoy, había, en realidad, tenido lugar en el pasado primitivo” (The Immense Journey [El larguísimo viaje], Nueva York, 1957, pág. 199).


Según la revista New Scientist: “Una cantidad creciente de científicos, y más particularmente un número aumentante de evolucionistas [...] presentan el argumento de que la teoría evolucionista darviniana no es de modo alguno una teoría genuinamente científica. [...] Muchos de los críticos tienen las más elevadas credenciales intelectuales” (25 de junio de 1981, pág. 828).


El físico H. S. Lipson dijo: “La única explicación aceptable es creación. Sé que esto es anatema para los físicos, como de hecho lo es para mí, pero no debemos rechazar una teoría que no nos gusta si la prueba experimental la apoya”. (Cursivas nuestras.) (PhysicsBulletin, 1980, Vol. 31, pág. 138.)


“Un siglo después de la muerte de Darwin, todavía no tenemos ni la más ligera idea demostrable, o siquiera plausible, de cómo en realidad tuvo lugar la evolución... y en los últimos años esto ha llevado a una serie extraordinaria de batallas en cuanto a toda la cuestión. [...] Entre los evolucionistas mismos existe un estado de casi guerra abierta, en la que toda clase de secta [evolucionista] insta a que se efectúe alguna nueva modificación.” (C. Booker, escritor del Times de Londres, The Star, Johannesburgo, 20 de abril de 1982, pág. 19.)


La revista científica Discover dijo: “La evolución [...] no se halla solo bajo ataque por cristianos fundamentalistas, sino que también está siendo cuestionada por científicos de reputación. Entre los paleontólogos, científicos que estudian el registro fósil, aumenta la disensión” (número de octubre de 1980, pág. 88).

 El Bulletin del Museo Field de Historia Natural de Chicago señaló: “La teoría de [evolución] de Darwin siempre ha estado estrechamente relacionada con prueba procedente de los fósiles, y probablemente la mayoría de la gente supone que los fósiles suministran una parte muy importante del argumento general que se presenta a favor de las interpretaciones darvinianas de la historia de la vida. Por desgracia, esto no es rigurosamente verdadero. [...] en aquel tiempo, tal como ahora, el registro geológico no presentó una cadena delicadamente graduada de una evolución lenta y progresiva” (enero de 1979, Vol. 50, núm. 1, págs. 22, 23).

Carl Sagan, en su libro Cosmos, reconoce con candidez: “La prueba fósil pudiera ser consecuente con la idea de un Gran Diseñador” (Nueva York, 1980, pág. 29).


Science Digest declara: “Los revisionistas de la evolución creen que las mutaciones en genes regulativos clave pueden ser precisamente los ‘martillos neumáticos’ genéticos que su teoría de saltos significativos exige”. Sin embargo, esa revista también cita la siguiente declaración del zoólogo británico Colin Patterson: “El razonamiento superficial anda sin restricción. No sabemos nada acerca de estos genes maestros regulativos” (febrero de 1982, pág. 92). En otras palabras, no hay ninguna prueba en apoyo de la teoría.


The Encyclopedia Americana reconoce lo siguiente: “El hecho de que la mayoría de las mutaciones son dañinas al organismo parece difícil de conciliar con el punto de vista de que la mutación sea la fuente de materia prima para la evolución. Ciertamente los mutantes que se ilustran en los libros de texto de biología son una colección de fenómenos y monstruosidades, y la mutación parece ser un proceso destructivo, más bien que constructivo” (1977, tomo 10, pág. 742).


“Para completar los detalles de la carne y el pelo de tales reconstrucciones hay que recurrir a la imaginación. [...] El color de la piel; el color, la forma y la distribución del pelo; la forma de los rasgos; y el aspecto de la cara... de estas características no sabemos absolutamente nada respecto a cualesquiera hombres prehistóricos.” (The Biology ofRace, Nueva York, 1971, James C. King, págs. 135, 151.)



“La vasta mayoría de las concepciones artísticas se fundan más en la imaginación que en la prueba. [...] Los artistas tienen que crear algo que se encuentre entre un antropoide y un ser humano; mientras más antiguo se diga que es el espécimen, más parecido a mono lo hacen.” (Science Digest, abril de 1981, pág. 41.)



“Tal como lentamente estamos aprendiendo que los hombres primitivos no son necesariamente salvajes, así tenemos que aprender a darnos cuenta de que los hombres primitivos del período Glacial no eran ni bestias brutas ni semiantropoides ni cretinos. De ahí la inefable estupidez de todos los intentos por reconstruir al hombre de Neandertal o hasta al hombre de Pekín.” (Man, God and Magic [El hombre, Dios y la magia], Nueva York, 1961, Ivar Lissner, pág. 304.)


“Muchos científicos sucumben a la tentación de ser dogmáticos, [...] vez tras vez se ha presentado la cuestión del origen de las especies como si finalmente se hubiera resuelto. Nada pudiera estar más lejos de la verdad. [...] Pero la tendencia a ser dogmáticos persiste, y no rinde ningún servicio a la causa de la ciencia.” (Periódico The Guardian,Londres, Inglaterra, 4 de diciembre de 1980, pág. 15.)


Si prefieres profundizar más, te invito a que veas el siguiente video: http://www.youtube.com/watch?v=W4sxrOJsFg4


Hay grupos religiosos que enseñan que todo lo que existe fue creado por Dios en seis días de 24 horas. Pero eso no es lo que la Biblia dice.
Génesis 1:3-31 da un relato de cómo Dios preparó la Tierra —que ya existía— para ser habitada por humanos. Dice que esto se efectuó durante un período de seis días, pero no dice que estos eran días de 24 horas. No es cosa rara en algunos países el que alguien se refiera a “el día de mi abuelo”, queriendo decir toda la vida del abuelo. Del mismo modo, la Biblia muchas veces usa el término “día” para describir un espacio de tiempo extenso. (Compárese con 2 Pedro 3:8.) Así, pues, razonablemente los “días” del capítulo 1 de Génesis pudieran haber durado miles de años.


NO EVOLUCIONÉ, FUI CREADO




PRUEBAS FRAUDULENTAS


 La revista National Geographic informó de que un fósil encontrado en la provincia china de Liaoning era “un auténtico eslabón perdido en la compleja cadena que une a los dinosaurios con las aves”. Del hallazgo, denominado Archaeoraptor liaoningensis, se dijo que poseía la cola de un dinosaurio, y el pecho y los hombros de un pájaro. Sin embargo, ahora la comunidad científica está cada vez más convencida de que “se la ha engañado con un pedazo de fósil falsificado”, declara la revista Science News. Los paleontólogos que examinaron el fósil empezaron a desconfiar tras percibir que faltaban los huesos de conexión entre la cola y el cuerpo, y que había indicios de manipulación en el bloque de roca. Philip Currie, del Museo de Paleontología Royal Tyrrell, de Drumheller (Alberta, Canadá), sospecha que alguien “trató de incrementar el valor del Archaeoraptor y añadió parte de la cola de un dinosaurio a un ave fosilizada”, agrega el reportaje.


NUESTRO ANTEPASADO COMÚN



En el siguiente artículo encontrará respuestas a las grandes interrogantes ¿De donde venimos?¿ Quién nos creó?

http://wol.jw.org/es/wol/d/r4/lp-s/1200001061

domingo, 27 de julio de 2014

¿ Qué es el Nuevo Orden Mundial?

A principios del siglo XX, se difundió la idea de que judíos y francmasones planeaban “acabar con la civilización cristiana y fundar un Estado mundial dirigido por un gobierno conjunto”. Una de las bases de tal creencia fue el impreso antisemítico Protocolos de los Sabios de Sión. En él se alegaba que este gobierno de coalición se proponía subir los impuestos de manera exorbitante; fomentar la fabricación de armamento, y alentar los grandes monopolios con el fin de ‘destruir las riquezas de los gentiles de un solo golpe’. Entre las acusaciones figuraban manipular el sistema educativo para ‘transformar a los gentiles en bestias irracionales’ y construir ferrocarriles subterráneos entre las principales ciudades con objeto de que, ‘en caso de levantarse cualquier opositor, los ancianos judíos pudieran aplastarlo con rapidez’.



El término Nuevo Orden Mundial ha sido utilizado por numerosos políticos a través de los tiempos, y es un término genérico utilizado para referirse a una conspiración mundial orquestada por un grupo extremadamente poderoso e influyente de individuos relacionados genéticamente (al menos en los niveles más altos), que incluye a muchas de las personas más ricas del mundo, los principales líderes políticos y la élite corporativa, así como miembros de la llamada Nobleza Negra de Europa (dominada por la Corona británica), cuya meta es crear un Gobierno (fascista) Uni-mundial, despojado de fronteras nacionalistas y regionales y que sea obediente a su agenda.


“Tendremos un gobierno mundial, les guste o no. La única pregunta es si ese gobierno se logrará mediante conquista o consentimiento” (Paul Warburg, 17 de febrero de 1950, según testificó ante el Senado de los Estados Unidos)

En 1992, el Dr. John Coleman publicó Conspirators Hierarchy: The Story of the Committee of 300 [La historia del Comité de los 300]. Gracias a una beca y mediante una investigación elogiable, el Dr. Coleman identifica a los jugadores y detalla con mucho cuidado la agenda de dominación y control mundial del Nuevo Orden Mundial. En la página 161 de este libro, el Dr. Coleman resume como sigue, con precisión la intención y el propósito del Comité de 300: “Un Gobierno del Mundo y un sistema monetario con una sola moneda, bajo una permanente oligarquía hereditaria cuyos miembros no son elegidos, sino que se eligen a sí mismos y en la forma de un sistema feudal, tal como lo fue en la Edad Media. En esta entidad uni-mundial, la población será limitada mediante restricciones en el número de hijos por familia, enfermedades, guerras, hambrunas, hasta que mil millones de personas que son útiles para la clase dominante, en las áreas que serán estricta y claramente definidas, permanecerán como la totalidad de la población mundial.

No habrá clase media, sólo gobernantes y los criados. Todas las leyes serán uniformes en virtud de un sistema legal de tribunales mundiales que pongan en práctica el mismo código unificado de las leyes, respaldado por una fuerza policial del Gobierno mundial y un ejército unificado mundial para hacer cumplir las leyes en todos los países de antaño donde no existirán fronteras nacionales. El sistema se asentará sobre la base de un estado de bienestar: los que sean obedientes y serviles al único Gobierno mundial serán recompensados con los medios para vivir, los que sean rebeldes simplemente se morirán de hambre o serán declarados fuera de la ley, por lo tanto un objetivo para cualquier persona que desee matarlos. La propiedad privada de armas de fuego o de armas de cualquier tipo será prohibida”.

Vea el siguiente video: https://www.youtube.com/watch?v=tPbcOEwMuCs#t=583

¿PERMITIRÁ JEHOVÁ QUE ESTO OCURRA?

“¡Quién tuviera un Isaías o un Pablo!”, exclamó pesaroso el presidente estadounidense Harry Truman en los años cuarenta del pasado siglo. ¿Por qué se expresó así? Porque percibía lo necesario que era contar con líderes morales del mayor calibre en el mundo de su tiempo. La humanidad acababa de atravesar el período más oscuro del siglo XX: la II Guerra Mundial. Aunque la contienda había finalizado, el mundo no estaba en paz. La oscuridad perduraba y, de hecho, todavía perdura sesenta y nueve años después del fin de aquella guerra. Si el presidente Truman estuviera vivo hoy, seguramente continuaría viendo la necesidad de contar con líderes morales del calibre de Isaías o del apóstol Pablo.

Lo supiera o no este mandatario, el apóstol Pablo se refirió a la oscuridad y previno contra ella en sus escritos. Por ejemplo, advirtió a sus hermanos en la fe: 
“Tenemos una lucha, no contra sangre y carne, sino contra los gobiernos, contra las
autoridades, contra los gobernantes mundiales de esta oscuridad, contra las fuerzas espirituales inicuas en los lugares celestiales” (Efesios 6:12). Con estas palabras no solo mostró que era consciente de la oscuridad espiritual que envolvía al mundo, sino que también conocía su verdadera fuente: las poderosas fuerzas demoníacas a las que llama “gobernantes mundiales”. Ya que estos espíritus poderosos son responsables de la oscuridad del mundo, ¿qué puede hacer el simple ser humano para disiparla?
 Isaías también habló de la oscuridad que aflige a la humanidad (Isaías 8:22; 59:9). Sin embargo, con respecto a nuestros días predijo bajo inspiración que incluso en estos tiempos de oscuridad, Jehová ofrecería brillantes perspectivas a los que amaran la luz. Si bien no tenemos con nosotros ni a Pablo ni a Isaías en persona, disponemos de la guía de sus escritos inspirados. A fin de entender lo valiosos que estos son para los que amamos a Jehová, analicemos las palabras proféticas del capítulo 60 del libro de Isaías.






Dictadores castristas vistos por Jehová

“No llegaré a ser uno que vende heridas; y en mi casa no hay ni pan ni manto.  Ustedes no deben ponerme como dictador sobre el pueblo” (Isaías 3:7).

Jehová humilla a los que se ensalzan

Prestar atención a la proclamación de Isaías nos dará una idea clara de lo que Dios condena y nos ayudará a evitar la conducta que desaprueba. Analicemos, pues, con actitud expectante, las palabras proféticas de Jehová que se hallan en Isaías 2:6–4:1.



Se inclinan con orgullo

 Isaías confiesa los errores de su pueblo:
 “Han quedado llenos de lo que proviene de Oriente,  y son practicantes de magia como los filisteos, y abundan con hijos de extranjeros” (Isaías 2:6b). Unos ochocientos años antes, Jehová había dado a su pueblo escogido este mandato: “No se hagan inmundos por medio de ninguna de estas cosas [...] [mediante las cuales] se han hecho inmundas las naciones que voy a enviar de delante de ustedes” (Levítico 18:24). Respecto a los que Él había elegido para que fueran Su propiedad especial, Jehová obligó a Balaam a decir: “Desde la cima de las rocas los veo, y desde las colinas los contemplo. Allí como pueblo siguen residiendo aislados, y a sí mismos no se cuentan entre las naciones” (Números 23:9, 12). Para el tiempo de Isaías, sin embargo, los escogidos de Jehová han adoptado los hábitos abominables de las naciones circundantes y están “llenos de lo que proviene de Oriente”. En vez de tener fe en Jehová y su palabra, están practicando “magia como los filisteos”. Lejos de mantenerse separados de las naciones, han permitido que en el país ‘abunden’ los “hijos de extranjeros”, seguramente extranjeros que inician al pueblo de Dios en las prácticas impías.
 Isaías observa la prosperidad económica y el poderío militar de Judá durante el reinado de Uzías y dice: “Su país está lleno de plata y de oro, y no hay límite para sus tesoros. Y su país está lleno de caballos, y no hay límite para sus carros” (Isaías2:7). ¿Agradece el pueblo a Jehová esa riqueza y fuerza militar? (2 Crónicas 26:1, 6-15.) Ni mucho menos. Al contrario, cifran su confianza en la riqueza misma y le dan la espalda a Jehová Dios, la Fuente de su abundancia. ¿Con qué consecuencias? “Su país está lleno de dioses que nada valen. Ante la obra de las manos de uno se inclinan, antelo que han hecho los dedos de uno. Y el hombre terrestre se inclina, y el hombrequeda rebajado, y no te es posible perdonarlos.” (Isaías 2:8, 9.) Le vuelven la cara al Dios vivo y se inclinan ante ídolos sin vida.
 Aunque inclinarse puede ser un signo de humildad, postrarse ante objetos inanimados es inútil, y hace que el adorador del ídolo quede “rebajado”, degradado. ¿Cómo puede perdonar Jehová un pecado como ese? ¿Qué harán esos idólatras cuando Él les pida cuentas?

‘Los ojos altivos tienen que ser rebajados’
 Isaías pasa a decir:
“Entra en la roca y escóndete en el polvo a causa de lopavoroso de Jehová, y ante su espléndida superioridad” (Isaías 2:10). Pero ninguna roca será lo bastante grande para protegerlos de Jehová, el Todopoderoso, ni habrá nada lo suficientemente grueso como para ocultarlos de su vista. Cuando Él venga a ejecutar su sentencia, “los ojos altivos del hombre terrestre tienen que ser rebajados, y la altanería de los hombres tiene que inclinarse; y solo Jehová tiene que ser puesto en alto en aquel día” (Isaías 2:11).
“El día que pertenece a Jehová de los ejércitos” se acerca, el día en que Dios descargará su ira “sobre todos los cedros del Líbano que están encumbrados elevados, y sobre todos los árboles macizos de Basán; y sobre todas las montañas encumbradas y sobre todas las colinas que están elevadas; y sobre toda torre alta sobre todo muro fortificado; y sobre todas las naves de Tarsis y sobre todos los barcos deseables” (Isaías 2:12-16). En efecto, en el día de la cólera de Jehová les llegará su hora a todos los individuos impíos y a todas las organizaciones que el hombre ha erigido como símbolo de su orgullo. De ese modo, 
“la altivez del hombre terrestre tiene que inclinarse, y la altanería de los hombres tiene que ser rebajada; y solo Jehová tiene que ser puesto en alto en aquel día” (Isaías 2:17).
El predicho día de juicio alcanza a los judíos en el año 607 a.E.C., cuando el rey Nabucodonosor de Babilonia destruye Jerusalén. Los habitantes contemplan su amada ciudad en llamas, sus espléndidos edificios demolidos, sus recias murallas derruidas. El templo de Jehová ha quedado reducido a escombros. Ni sus tesoros ni sus carros son de valor alguno en “el día que pertenece a Jehová de los ejércitos”. ¿Y qué sucede con sus ídolos? Precisamente lo que predice Isaías: “Los mismísimos dioses que nada valen pasarán por completo” (Isaías 2:18). Los judíos, entre ellos los príncipes y hombres poderosos, son desterrados a Babilonia. Jerusalén habrá de yacer desolada durante setenta años.
La situación de Jerusalén y Judá en tiempos de Isaías se parece muchísimo a la de la cristiandad. Es patente que esta ha entablado una amistad estrecha con las naciones del mundo. Apoya con entusiasmo a las Naciones Unidas y ha llenado su casa de ídolos y prácticas contrarias a las Escrituras. Sus adeptos son materialistas, y confían en el poderío militar. ¿Y acaso no consideran a sus clérigos dignos de mucha distinción y les confieren títulos y honores? El engreimiento de la cristiandad se desvanecerá por completo. Pero ¿cuándo?

El inminente “día de Jehová”
 Las Escrituras señalan un “día de Jehová” que será mucho más importante que el día de juicio que les sobrevino a las antiguas Jerusalén y Judá. Bajo inspiración, el apóstol Pablo relacionó el venidero “día de Jehová” con la presencia del rey Jesucristo entronizado (2 Tesalonicenses 2:1, 2). Pedro habló de aquel día y lo vinculó al establecimiento de unos ‘nuevos cielos y una nueva tierra en los que la justicia habrá de morar’ (2 Pedro 3:10-13). Es el día en que Jehová ejecutará su sentencia contra todo este sistema de cosas malvado, incluida la cristiandad.

 “¡Ay del día —dice el profeta Joel—; porque el día de Jehová está cerca, y como despojo violento del Todopoderoso vendrá!” En vista de la inminencia de ese “día”, ¿no deberíamos todos preocuparnos de hallar protección durante ese período sobrecogedor? “¿Quién puede sostenerse bajo él?”, pregunta Joel, y él mismo responde: “Jehová será un refugio para su pueblo” (Joel 1:15; 2:11; 3:16). ¿Será Jehová Dios un refugio para quienes tienen espíritu altivo y confían en las riquezas, el poderío militar y los dioses creados por el hombre? ¡De ninguna manera! Dios abandonó incluso a su pueblo escogido cuando este actuó así. Por tanto, es esencial que todos los siervos de Dios “busquen justicia, busquen mansedumbre” y examinen seriamente el lugar que la adoración de Jehová ocupa en su vida (Sofonías 2:2, 3).



“A las musarañas y a los murciélagos”
12 Durante el gran día de Jehová, ¿qué pensarán de sus ídolos quienes los adoran? Isaías contesta: “La gente entrará en las cuevas de las rocas y en los agujeros del polvo, a causa de lo pavoroso de Jehová y ante su espléndida superioridad, cuando él se levante para que la tierra sufra sobresaltos. En aquel día el hombre terrestre arrojará a las musarañas y a los murciélagos sus dioses de plata inútiles y sus dioses de oro que nada valen, [...] a fin de entrar en los agujeros de las rocas y en las hendiduras de los peñascos, a causa de lo pavoroso de Jehová y ante su espléndida superioridad, cuando él se levante para que la tierra sufra sobresaltos.Por el propio bien de ustedes, manténganse a distancia del hombre terrestre, cuyo aliento está en sus narices, pues ¿sobre qué base ha de ser tomado en cuenta él mismo?” (Isaías 2:19-22).
13 Las musarañas viven en agujeros del terreno, y los murciélagos, en cuevas oscuras y desoladas. Donde se juntan muchos murciélagos para descansar hay un olor repulsivo y gruesas capas de excremento. Resulta muy adecuado que se arrojen los ídolos en sitios así, pues un lugar de oscuridad e inmundicia es justo lo que se merecen. En cuanto a la gente, en el día del juicio de Jehová buscará refugio en cuevas y hendiduras de las rocas. Por consiguiente, tanto los ídolos como sus adoradores correrán la misma suerte. En conformidad con la profecía de Isaías, en 607 a.E.C. aquellos ídolos sin vida no salvaron de las garras de Nabucodonosor ni a sus adoradores ni a Jerusalén.
14 ¿Qué hará la gente durante el día del juicio de Jehová que se cierne sobre la cristiandad y otros sectores del imperio mundial de la religión falsa? Al ver cómo empeoran las condiciones por toda la Tierra, la mayoría probablemente comprenderá que sus ídolos no tienen ningún valor. En vez de acudir a ellos, bien podría ser que buscara refugio y protección en organizaciones terrestres no religiosas, entre las que tal vez figure la de las Naciones Unidas, la “bestia salvaje de color escarlata” del capítulo 17 de Revelación (Apocalipsis). Serán “los diez cuernos” de esta bestia salvaje simbólica los que destruirán a Babilonia la Grande, el imperio mundial de la religión falsa, del que la cristiandad constituye una parte considerable (Revelación 17:3, 8-12, 16, 17).
15 Aunque la devastación y el incendio de Babilonia la Grande sean obra directa de los diez cuernos simbólicos, en realidad se trata de la ejecución de la sentencia de Jehová. Respecto a Babilonia la Grande, Revelación 18:8 señala: “Por eso, en un solo día vendrán sus plagas: muerte y lamento y hambre, y será quemada por completo con fuego, porque fuerte es Jehová Dios que la juzgó”. De modo que es a Jehová Dios, el Todopoderoso, a quien corresponde el mérito por liberar a la humanidad del dominio de la religión falsa. Tal como indica Isaías, “solo Jehová tiene que ser puesto en alto en aquel día. Porque es el día que pertenece a Jehová de los ejércitos” (Isaías 2:11b, 12a).
‘Tus guías te están haciendo andar errante’
16 Una sociedad estable debe tener “apoyo y sostén”, es decir, recursos indispensables como el alimento y el agua y, más importante aún, líderes dignos de confianza y capaces de dirigir al pueblo y mantener el orden público. Respecto al Israel antiguo, sin embargo, Isaías predice: “¡Miren!, el Señor verdadero, Jehová de los ejércitos, quita de Jerusalén y de Judá apoyo y sostén, todo el apoyo de pan y todo el apoyo de agua,hombre poderoso y guerrero, juez y profeta, y practicante de adivinación y hombre de edad madura, jefe de cincuenta y hombre altamente respetado y consejero perito en artes mágicas, y el encantador diestro” (Isaías 3:1-3). Simples muchachos serán príncipes y gobernarán de manera caprichosa. Los gobernantes no serán los únicos que oprimirán al pueblo, sino que “la gente realmente se tiranizará uno otro [...]. Se precipitarán, el muchacho contra el viejo, y el estimado en poco contra el que ha de recibir honra” (Isaías 3:4, 5). Los niños “se precipitarán” contra sus mayores sin guardarles el menor respeto. Las condiciones serán tan malas que a alguien sin aptitudes para gobernar le dirán: “Tienes un manto. Debes llegar a ser dictador para nosotros, y esta masa derribada debe estar bajo tu mano” (Isaías 3:6). Pero los que reciban esa invitación la rechazarán, pues insistirán en que no poseen ni la capacidad para sanar las heridas de la tierra ni la riqueza para asumir tal responsabilidad. Dirán:“No llegaré a ser uno que vende heridas; y en mi casa no hay ni pan ni manto.Ustedes no deben ponerme como dictador sobre el pueblo” (Isaías 3:7).
 Isaías continúa: 
“Jerusalén ha tropezado, y Judá mismo ha caído, porque su lengua y sus tratos están contra Jehová, puesto que se portan rebeldemente a los ojos de su gloria. La mismísima expresión de sus rostros realmente testifica contra ellos, y de su pecado semejante al de Sodoma de veras informan. No lo han escondido. ¡Ay de su alma! Porque se han repartido calamidad a  mismos” (Isaías3:8, 9). El pueblo del Dios verdadero se ha sublevado contra él de palabra y obra. Hasta sus expresiones faciales de desvergüenza y descaro son un reflejo de sus pecados, los cuales son tan repugnantes como los de Sodoma. Aunque tienen un pacto con Jehová, este no cambiará sus normas por ellos. “Le irá bien al justo, pues ellos comerán el mismísimo fruto de sus tratos. ¡Ay del inicuo!... Calamidad; ¡pues el tratamiento que con sus propias manos dispensó le será dispensado a él! En cuanto a mi pueblo, los que le asignan sus tareas están tratándolo severamente, y simples mujeres realmente gobiernan sobre él. Oh pueblo mío, los que te van guiando te están haciendo andar errante, y han confundido el camino de tus sendas.” (Isaías3:10-12.)
 Jehová ‘pronuncia sentencia’ y ‘entra en juicio’ con los ancianos y príncipes de Judá:“Ustedes mismos han quemado por completo la viña. Lo que fue tomado por robode los afligidos está en las casas de ustedes. ¿Qué quieren decir con esto deaplastar a mi pueblo, y moler los rostros mismos de los afligidos?” (Isaías 3:13-15). En vez de trabajar por el bienestar del pueblo, los caudillos se entregan a prácticas fraudulentas. Abusan de su autoridad enriqueciéndose y despojando a los pobres y necesitados. Pero deberán responder ante Jehová de los ejércitos de la opresión a la que han sometido a los afligidos. Sirva esto de advertencia a quienes hoy ocupan puestos de autoridad. Que nunca abusen de ella.
 La cristiandad —en particular su clero y sus personajes destacados— ha adquirido fraudulentamente muchas posesiones que deberían pertenecer a la gente común, a la que ha oprimido y continúa oprimiendo. También ha golpeado, perseguido y maltratado al pueblo de Dios, y ha mancillado el nombre de Jehová. Podemos estar seguros de que, a su debido tiempo, Jehová “entrará en juicio” contra ella.
“Una marca con hierro candente en vez de belleza”
Tras denunciar la maldad de los caudillos del pueblo, Jehová se dirige a “las hijas de Sión”, las mujeres de Jerusalén. Por lo visto para seguir la moda, llevan en los tobillos “cadenillas de los pasos”, que producen un melodioso tintineo. Caminan “con pasos menudos”, cortos, adoptando lo que podría considerarse un estilo de andar refinado y femenino. ¿Acaso hay algo malo en ello? Sí, la actitud de estas mujeres. Jehová dice:“Las hijas de Sión se han hecho altivas y andan con la garganta estirada y dando miradas provocativas con los ojos” (Isaías 3:16). Esa altivez no queda impune.
Por consiguiente, cuando la sentencia divina caiga sobre la tierra, las altaneras “hijas de Sión” lo perderán todo, incluso la belleza de la que tanto se enorgullecen. Dios mismo profetiza: “Jehová también realmente hará costrosa la coronilla de la cabeza de las hijas de Sión, y Jehová mismo les dejará descubierta la mismísima frente. En aquel día Jehová quitará la hermosura de las ajorcas y las cintas para la cabeza y los adornos de forma de luna, los pendientes y los brazaletes y los velos, las prendas de adorno para la cabeza y las cadenillas de los pasos y las fajas para los pechos las ‘casas del alma’ [probablemente frascos de perfume] y las conchas zumbadoras ornamentales [o amuletos], los anillos para los dedos y los anillos para la nariz, los vestidos de ceremonia y las sobretúnicas y las capas y las bolsas, y los espejos de mano y las prendas de vestir interiores y los turbantes y los velos grandes” (Isaías3:17-23; véanse las notas). ¡Qué cambio tan trágico!
El mensaje profético pasa a decir: 
“En vez de aceite balsámico llegará a haber meramente un olor mohoso; y en vez de un cinto, una soga; y en vez de un arreglo artístico del cabello, calvicie; y en vez de una prenda de vestir lujosa, un ceñirse desaco; una marca con hierro candente en vez de belleza” (Isaías 3:24). En el año 607 a.E.C., las orgullosas mujeres de Jerusalén pasan repentinamente de la riqueza a la pobreza. Pierden su libertad y reciben “una marca con hierro candente” como señal de esclavitud.
“Ciertamente quedará sin ocupante”
Jehová Dios se dirige ahora a la ciudad de Jerusalén y proclama: “A espada caerán tus propios hombres, y por guerra tu poderío. Y las entradas de ella tendrán queestar de duelo y expresar tristeza, y ella ciertamente quedará sin ocupante. Sesentará en la mismísima tierra” (Isaías 3:25, 26). Los hombres de Jerusalén caerán muertos en el campo de batalla, incluso los poderosos. La ciudad quedará arrasada. Será un tiempo “de duelo y expresar tristeza” por sus “entradas”. “Quedará sin ocupante”, desolada.
La muerte de los hombres a espada afectará drásticamente a las mujeres de Jerusalén. Al concluir esta sección de su libro profético, Isaías predice: “Siete mujeres realmente se agarrarán de un solo hombre en aquel día, y dirán: ‘Comeremos nuestro propio pan y nos vestiremos de nuestras propias mantas; solo que se nos llame por tu nombre para quitar nuestro oprobio’” (Isaías 4:1). Habrá tan pocos varones casaderos que varias mujeres se aferrarán a un solo hombre para poder llevar su nombre, es decir, para que la gente las conozca como esposas de él, y así librarse del oprobio de no tener marido. La Ley mosaica requería que el esposo proporcionara sustento y ropa a su esposa (Éxodo 21:10). Sin embargo, estas mujeres están dispuestas a liberar al hombre de sus obligaciones legales, pues consienten en ‘comer su propio pan y vestirse con su propia ropa’. ¡Qué situación tan desesperada para las que una vez fueron las altivas “hijas de Sión”!
Jehová humilla a los que se ensalzan. Así sucede en el año 607 a.E.C., cuando hace que la altivez de su pueblo escogido ‘se incline’ y su “altanería” quede ‘rebajada’. Los cristianos verdaderos nunca deben olvidar que “Dios se opone a los altivos, pero da bondad inmerecida a los humildes” (Santiago 4:6).