viernes, 13 de junio de 2014

¿Te has preguntado si tu ídolo musical ha hecho pacto con el Diablo?



Supuestos pactos diabólicos a lo largo de la historia




Músicos

La idea de “vender el alma a cambio de virtuosismo y fama” ha sido recurrente en la historia de la música.
  • Niccolò Paganini, violinista italiano, no encendió el rumor pero permitió que circulara.[6]
  • Giuseppe Tartini, compositor y violinista veneciano, creía sinceramente que una de sus sonatas estaba inspirada por la aparición del diablo en un sueño.[7]
  • Infernus – un practicante de Satanismo Teísta – hizo un supuesto ‘pacto con el diablo’ al fundar su banda de black metalGorgoroth.[8]
  • Robert Johnson : La leyenda narra que su virtuosismo con la guitarra devino de un pacto con el diablo
  • King Diamond : ha sostenido que un pacto con el diablo le da el poder de las mil voces.
  • Murdoc Niccals : Segun la autobiografia del grupo Gorillaz, Murdoc hizo un pacto con un demonio a cambio de formar al grupo musical más famoso del mundo. El bajo “El Diablo” (que aparece en el video de Feel Good Inc.) y el cambio de su segundo nombre de “Alphonse” a “Faust”, son el símbolo del contrato. Recientemente se ha especulado que el bajista canceló el trato (la única prueba es que ha firmado como “Murdoc A. Niccals”, dando a entender que recuperó su nombre anterior) debido a ciertos problemas, entre ellos, el secuestro de su guitarrista.
  • Pablo Olivares : músico argentino, sostiene que tuvo un pacto con el diablo cuando fundo su banda de metal llamada Halogena, pero luego de que fuera secuestrado su vida cambio, este se convirtió al cristianismo y dedica su musica a esta doctrina, su vida fue contada en el filme Poema de Salvación.
La relación entre el rock y el satánico proviene desde los mismos orígenes del movimiento musical en la década de los cincuenta, donde precursores como Elvis Presley o Jerry Lee Lewis fueron duramente atacados por la Iglesia Católica de difundir el mensaje del maligno. El blues ya había sido objeto de persecución por la mayoría blanca norteamericana que consideraba aquella música como peligrosa para la moral wasp (White, Anglo, Saxon, Protestant).
A finales de la década de los sesenta, el rock y las nuevas «amenazas» llegaban desde Inglaterra, en donde The Rolling Stones con álbumes como Their Satanic Majestic Request (‘Al servicio de sus satánicas majestades’) y su clásico Sympathy for the devil (‘Simpatía por el diablo’) arrasaban en todas las listas de éxitos y en sus giras, donde llegaron a utilizar como guardaespaldas a los propios Hell´s Angels (‘Ángeles del infierno’).

 John Lennon al declarar en el inicio de una gira por Norteamérica que The Beatles eran más grandes que Dios, le supuso la persecución de grupos integristas cristianos y la quema pública de sus discos.

No seria el único caso en que la muerte de un miembro de un grupo acusado de satánico, seria utilizado para demostrar que quien utiliza la energía del demonio acaba siendo consumida por su eterna maldad; así, John Bonham2 (Led Zeppelín); Brian Jones3 (Rolling Stones); Bon Scott4 (AC-DC); Randy Rhoads5 (Ozzy Osbourne) o el propio Jimi Hendrix6, muertos todos en extrañas o crueles circunstancias, sirven para alimentar el mito del pacto de los músicos con el diablo.

Mike Jagger y Keith Richards, de los Stones, llegaron a ser considerados la reencarnación de Lucifer y su ayudante Belcebú por parte de algunos de sus fans, llegando incluso a interesarse por proyectos cinematográficos como Lucifer rising o Invocation of my demon brother, que finalmente no se llevaron a cabo.

Otra banda inglesa de principios de los setenta, acusada de invocar a Satanás en todos sus discos, fueron los precursores del heavy metalBlack Sabbath, cuyo cantante, Ozzy Osbourne, pasaría a ser en los ochenta el principal enemigo de muchas organizaciones cristianas norteamericanas tras grabar canciones como Mr. Crowley, dedicada al mago «negro» Aleister Crowley que, a principios del s. XX, había fundado su propia religión tras pertenecer a diversas sociedades secretas, llegando a reunir en la abadía italiana de Cefalu a sus correligionarios donde practicaban ritos satánicos, en los que se mezclaba el sexo, la sangre…

La canción acusada de contener un mayor numero de mensajes satánicos ocultos seria también de otro grupo inglés de los setenta, millonario en fama y ventas, Led Zeppelín y su gran éxitoStairway to Heaven (‘Escalera al cielo’) que se unió a la fama de amante de la guija de su guitarrista, Jimmy Page, que llegó a vivir en una casa que había pertenecido al mago Alister Crowley, junto al Lago Ness.

Tras calmarse un poco las aguas, a principios de los ochenta, la irrupción del heavy metal volvería a abrir la caja de los truenos. Los australianos AC-DC, afincados en el Reino Unido, estaban en la cresta de la ola con su gran éxito Highway to Hell (‘Autopista al Infierno’) y otros menores comoHell aint a bad place to be (‘El infierno no es un mal sitio para vivir’) o Sin City (‘Ciudad del pecado’), llegando a aparecer su guitarrista Angus Young en los conciertos disfrazado con rabo y cuernos además de su uniforme de Daniel el Travieso.

El éxito de la banda llevó a nuevos grupos como los también británicos Iron Maiden a lanzar el álbum The Number of the Beast (666, el numero asignado al Diablo), incluyendo en el mismo textos de la famosa Biblia Satánica de gran difusión entre los satanistas. La portada del disco, con el monstruoso Eddie dirigiendo como un titiritero a los hombres en forma de marionetas era demasiado para los grupos salvadores de la moral cristiana que iniciaron una campaña de censura, sobre todo en los Estados Unidos, lo que al igual que en el resto de los casos descritos supuso un efecto boomerang propagandístico para la banda que le permitió darse a conocer en este país. Otros grupos, como Venom, precursores del estilo black metal no tuvieron tanta suerte, ya que tras argucias aduaneras, les prohibieron de manera permanente entrar en Estados Unidos; y es que los tres primeros discos de la banda, In league with Satan (‘Aliados de Satán’),Welcome to hell (‘Bienvenido al infierno’) y Black metal (‘Metal negro’) eran demasiado explícitos.

La semilla del binomio satanismo/éxito garantizado, supuso que los grupos norteamericanos se subiesen al carro iniciado por los británicos y empezasen a proliferar canciones como Burn in Hell(‘Arder en el infierno’), de Twisted Sister, Shout at the Devil (‘Grita al diablo’) de Motley Crue, o Hell awaits, de Slayer. Desde Texas, el grupo WASP (We Are Sexual Perverts; ‘Nosotros Somos Pervertidos Sexuales’) lanzaban su primera canción I Fuck Like a Beast (‘Follo como una bestia’) añadiendo más leña al fuego de la creciente polémica entre el rock y las asociaciones defensoras de la moral cristiana. Otro ex-cantante de Black Sabbath, Ronnie James Dio, creaba su propia banda y al igual que Ozzy Osbourne llenaba las portadas de sus discos de imágenes de Satanás, como la muy explicita Holy diver.

Los neoyorquinos KISS, también fueron acusados de esconder bajo sus siglas la frase Kids in Satan Service (‘Chicos al servicio de Satanás’). Los grupos norteamericanos defensores de la moral no tardarían en ponerse manos a la obra intentando parar esta situación, llegando a crear un lobby de poder, el PMRC, que mediante una iniciativa legislativa abanderada por Tipper Gore, esposa del futuro vicepresidente de los EE.UU., Al Gore, llegarían a imponer una pegatina avisando del peligro en el contenido de los discos que ellos consideraban oportuno censurar, incluyendo la sustitución de portadas de discos que pudiesen ser «nocivas». La medida afectó a numerosas bandas, desde Prince, acusado de pornográfico, hasta los ya mencionados Iron Maiden. Una representación de músicos encabezada por Frank Zappa, llegó a tener que declarar en el Congreso, pero la iniciativa conservadora fracasaría al ver que los discos etiquetados como peligrosos eran los que más se vendían llegando a ser considerados como símbolos de libertad aquellos que llevaban el mensaje «EXPLICIT LYRICS» frente a aquellos que no lo contenían. La situación se trasladaría, una década después, al mundo del hip-hop y el rap, donde los raperos presumían de haber tenido un pasado en la cárcel y los que no lo habían tenido llegaban a inventárselo para poder ser respetados por el publico.

Tras un periodo, donde el tema parecía haberse olvidado, la irrupción de la banda de Marylin Manson gracias a su álbum Antichrist Superstar, volvía a poner en el candelero la relación satanismo y rock. Marylin Manson, educado bajo el catolicismo más férreo, ya en los tiempos del instituto se había dado cuenta del éxito que suponían aquellos discos prohibidos de los ochenta entre sus amigos, generando todo un mercado de intercambio de los mismos entre sus compañeros. Años más tarde, al fundar la banda, tenia bien claro que unos toques satánicos le darían una popularidad gratuita necesaria para todo nuevo grupo; así, utilizó como productor de su gran éxito Antichrist Superstar a Trent Reznor que se había hecho famoso con su banda Nine Inch Nails tras grabar el disco The Downward Spiral en la mansión donde había sido asesinada la mujer del director de cine Roman Polanski, Sharon Tate, a manos de la secta satánica de Charlie Manson, del que —además— había adquirido el nombre para su banda. Para alimentar más el mito, Marylin Manson se hizo ordenar sacerdote por la Church of Satan (‘Iglesia Satánica’) del reverendo Antón Lavey escritor de la famosa Biblia Satánica, inspirada en textos de Nietzche y Aleister Crowley, que sugirió tantas cosas a estos y otros grupos musicales.

El director polaco Roman Polanski rodó «La semilla del diablo» en el Edificio Dakota (Dakota Building, construido en 1881), situado en la 72nd Street West, de Nueva York. Polanski le llamó Edificio Bramford en la película y allí situó la historia de un grupo de vecinos que rendían culto a Satán y utilizaban a una joven (Mia Farrow) para que engendrara al hijo del Demonio. Se dice que este edificio fue vivienda y lugar de reunión para grupos satánicos de principios del s. XX porque el solar en donde está concentra fuerzas maléficas. El 8 de diciembre de 1980 este edificio se hizo más famoso aún: Mark Chapman asesinó a tiros en la puerta de esta casa a John Lennon.

Si pensastes que solo el rock tiene casos como los anteriormente citados, te animo a buscar en otras corrientes musicales:

                                                       Magia Negra de Romeo Santos



                                                              Origen del Reggaeton



Y la lista continua, solo indica o escribe en un buscador como Google el nombre de tu cantante favorito y a continuación vendió su alma al Diablo y verás cuantas sorpresas te llevarás


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