jueves, 26 de junio de 2014

Mi último viaje a la isla càrcel

Soy cubano emigrado desde el 2003 y actualmente residente en San Juan, Argentina. Mi nombre es Marco Antonio Aguilar Fernàndez. El pasado 26 de Enero de 2014 y despuès de 11 años de emigrar viajè a Cuba por motivo familiar por 41 dìas para ver a mi madre y legalizar certificaciòn de nacimiento y fè de solterìa para casarme el 21 de marzo de 2014 con mi novia Alicia Edith Gòmez Pañero.













A mi llegada a la terminal 3 del Aeropuerto Internacional de la Habana a las 9.30 pm, Cuba se encontraba celebrando la Cumbre Sudamericana y del Caribe. Un funcionario de Migraciones de allì me dijo que no podìa ingresar al paìs . Sin ningùn tipo de explicaciòn ni documento explicativo me dejaron sentado desde esa hora hasta las 6.30 am del dìa 27 para mandarme en un vuelo de vuelta a Chile en calidad de inadmisible.
















Los de Migraciones me inventaron un cuento muy bien conocido por todos los cubanos: mis maletas se habìan desaparecido. Les dije que me permitieran hablar con los encargados de la aerolìnea COPA, se acercò un trabajador cubano de COPA y al cabo de una hora me las trajo . Cuando pedì papel higiènico en el baño situado frente a Migraciones ni me respondieron las personas encargadas de lla impieza que entre ellas tenìan animadas charlas. A mi madre que me esperaba desde las 9 pm en las afueras de la terminal ya que se encuentra en reparaciones, no se le diò explicaciòn hasta las 3 am cuando se le dijo: "ya su hijo le dirà que ha sucedido, él ha sido devuelto a Chile". Desconocìa que Migraciones de Cuba y la aerolìnea COPA que habìa escogido para viajar decidieron sin mi consentimiento y en secreto usar mi viaje de regreso que yo habìa pagado para el dìa 7 de marzo del presente año. No se me explicò nada, como un delincuente me tratò la aerolìnea COPA hasta que lleguè a Panamà, en Panamà se me condujo a una estancia penitencial dentro del aeropuerto donde tienen a los deportados haitianos, dominicanos, nicaraguenses, etc. Allì me obligaron a esperar a que saliera un aviòn con destino Chile y otra vez los oficiales de Migraciones del Aeropuerto de Panamà, me trataron como un delincuente, hasta firmaron folios que Migraciones me entregaba como un terrorista al aviòn de COPA que me conduciría de Panamà a Chile.




Al llegar a Chile tuve que dormir esa noche en el Aeropuerto de dicho país. Al amanecer del dìa siguiente me dirigí al Consulado Cubano en Chile para buscar una explicaciòn ya que Migraciones de Cuba me dijo que preguntara en un Consulado. Migraciones de Cuba me habìa cancelado mi DIE definitivo o permiso de entrada que yo habìa pagado al ser emitido mi Pasaporte cuando vivìa en España. Desde el 2013 querìa viajar a Cuba y llamè al Consulado Cubano en Argentina y me dijeron: “ven a vernos y te decimos todo lo que debes pagar”. El 30 de Octubre de ese año viajè a Buenos Aires para pagar las injustas pròrrogas que se nos cobra a todos los cubanos cada 2 años. En el Consulado Cubano de Argentina me dijeron que mi pasaporte estaba correcto y actualizado y podìa viajar cuando quisiera a Cuba, que las pròrrogas estaban vigentes al igual que el pasaporte hasta el 9 de Junio de 2015. Al llegar con mi equipaje a cuestas el día 28 de Enero al Consulado Cubano en Chile pedì hablar con la Cònsul y con la soberbia y falta de educaciòn que caracteriza a los funcionarios y dirigentes cubanos esa señora no me diò ninguna explicaciòn de mi devoluciòn por parte de Cuba me dijo que me regresara a Argentina, que perdería mi viaje y cuando pudiera fuera otra vez al Consulado Cubano en Argentina para arreglar mi pasaporte. Le dije que me irìa a denunciar esta situaciòn a los Carabineros, Investigaciones y MINREX de Chile. En todos estos lugares me dijeron que arreglara con el Consulado Cubano, esa noche dormì en una Comisarìa de Carabineros y al dìa siguiente me fui otra vez al Consulado Cubano en Chile, esperè a ser atendido y en una ocasiòn que me acerquè a la ventanilla ya que la Cònsul me habìa llamado, susurrò bien bajo que no tenìa que contarle a los cubanos y ciudadanos chilenos lo que me estaba pasando a lo que respondì: "Soy libre y nadie me dice como tengo que hablar o mandar a callar, libertad es una palabra que ustedes nunca gozaràn ni entenderàn su significado porquè aunque ustedes (los diplomàticos cubanos) vivan y trabajen en un paìs libre como Chile aùn siguen sujetos a la dictadura cubana". Luego me presentò al portavoz del Consulado Cubano que trataba de convencerme junto a ella que habìa perdido mi viaje. Les respondì que de allì no me irìa hasta que me devolvieran mi viaje robado y me quedè a las afueras del Consulado. A la tarde me dijeron que ellos estaban haciendo tràmites con el Consulado Cubano en Argentina y hablando con Migraciones de la Habana, que me buscarìan un lugar donde estar pero por favor que me fuera de allì frente al Consulado ya que la prensa de Chile podìa perjudicar su imagen justo durante la Cumbre. 


 Piñera se reunió con dirigente de Las Damas de Blanco durante la cumbre, por eso tantos nervios en la Seguridad del Estado Cubana y en el Consulado Cubano en Chile



Les respondì que si a Cuba no le importò perjudicarme mi viaje familiar y de descanso, poco me importaba que el mundo se enterara como tratan a los ciudadanos cubanos mientras sus gobernantes se pavonean como defensores de los derechos humanos. Ellos me respondieron que entonces yo querìa perjudicar a Cuba y que querìa presionarlos, les dije "me dan un billete para continuar mis vacaciones en Cuba (desconocìa que Migraciones cubana en acuerdo con COPA me habìan cancelado mi regreso del dìa 7 de marzo) o me devuelven todo lo que invertì para viajar".









Me buscaron un hostal en la calle Alberto Magno, cercano al Consulado a donde fui a esperar y paguè hasta que arreglaron mi pasaporte,  me colocaron un nuevo DIE definitivo y me pagaron el viaje a Cuba, perdì 6 dìas de mi viaje y lleguè el dìa 1 de febrero a la Habana y pude entrar a "La Isla Càrcel".









Pensè que luego tendrìa problemas con mis maletas ya que habìa un grupo de viajeros sordomudos que llevaban màs de una hora esperando por sus maletas frente a " la cinta" o estera. Otras dos parejas porteñas que vinieron conmigo en el vuelo comenzaban a impacientarse ya que habìa varios vuelos esperando por las maletas frente a "la cinta". Pude recuperar mis maletas.  A los pocos días de mi llegada entendí porqué los represores cubanos estaban tan ansiosos.




 El Estado cubano,  acostumbrado a dirigir al rebaño de cabras, no podían controlar a los presidentes y asistentes a la cumbre por las calles de La Habana, donde podían encontrarse con opositores al gobierno.






 La primera persona que fui a ver fue a mi tio abuelo Josè Ramòn Vilariño, cocinero de Fidel Castro durante 40 años, que se encontraba en estado terminal debido a su Alzheimer. Me sorprendiò ver el estado en que se encontraba un hombre que habìa sido tan fiel a la Revoluciòn y verlo asì me recordò aquellas fotos del trato que recibieran los enfermos psiquiàtricos de Mazorra o los cadàveres de los campos de concentraciòn nazis, los laogais y gulags. 



Agonizando, apenas respiraba
                                                                                 

Mi tio abuelo no tuvo una cama Fowler, no tuvo un colchòn alternating antiescaras, le costaba respirar, comer y tragar y no se le alimentò por vìas ni sondas. Cuando fuimos a buscar algùn mèdico para que lo internaran debido a su deplorable estado de salud, no encontramos ninguno, por todas partes nos decìan que Cuba estaba con dèficit o crisis de mèdicos, que todos los mèdicos estaban para Brasil o en cualquier otro país a donde los mandara la comercializadora de médicos cubanos. En una Residencia Geriàtrica u Hogar de Ancianos dejamos dicho a la enfermera que cuando viniera el Geriatra pasara por la casa de mi tìo que se encontraba muy mal, no me esperaba que el Geriatra apareciera ya que la situaciòn en el Hogar de Ancianos estaba que ardìa. Los trabajadores del Hogar tenìan una reuniòn con los ancianos y familiares ya que estos ùltimos habìan puesto denuncias por el mal trato y robo a los ancianos por parte de sus cuidadores. Una horas despuès apareciò el Geriatra con una enfermera para decirnos que dejàramos morir en casa a mi tio abuelo, èl podìa hacerle la remisiòn pero si lo llevàbamos al Hospital Ameijeiras, allì lo dejarìan morir desatendido, lo exponìamos a infecciones de dengue, còlera, sida, sìfilis, leptospira, tosferina, paràsitos intestinales, piojos e infecciones producidas por cucarachas y ratas que caminan sobre sàbanas de ese hospital. Le preguntè al mèdico si no habìa otra forma de alimentarlo, sondaje o por vìas y me dijo: ¡Esto es Cuba! Levantè la vista hacia el cuadro colgado a los pies de su cama y lei el reconocimiento o diploma que Fidel Castro le habìa enviado por sus 40 años de lealtad como cocinero de confianza. Unos dìas despuès falleciò. 

 José Ramón Vilariño Pampillo: 40 años de lealtad a la Revolución. 
                                  Tus familiares te agradecemos por haber sido tan buen padre y cabeza de familia
                            
                                                


El dìa 7de Marzo me dirijì en tiempo para mi vuelo de regreso y el check in en la terminal 3 del Aeropuerto Josè Martì y mientras esperaba abordar entablè conversaciòn con una chica panameña que allì estaba indignada desde las 3 am, los trabajadores cubanos de la aerolìnea COPA le habìan hecho perder su vuelo para sacarle dinero, le exigian una penalizaciòn que ella se negò a pagar ya que estuvo en tiempo para el check in. Me contaba que en cada ocasiòn que viajò a Cuba intentaron penalizarla (los trabajadores cubanos de la aerolinea inventan delitos para luego sancionar a los pasajeros) , en una de ellas le inventaron una estùpida trampa. Le dijeron que ellos tenìan un dispositivo que detectaba si la persona traìa cocaìna en las uñas de las manos, y como era de esperar cuando ella introdujo las uñas el dispositivò se activò. Ella les dijo vengo de un aeropuerto internacional como el de Panamà donde hay mayores controles, no como el vuestro que es un asco y hasta cobran 30 dòlares por estancia y me quieren engañar como hacen con los cubanos que les roban dinero y artìculos personales. El encargado se quedò callado. La terminal 3 se dedica a multar a las personas injustamente. "Ciertos artìculos no los dejan pasar pero si pagas si los puedes pasar" fue lo ùltimo que me dijo la panameña, mientras se despidiò de mi, dicièndome que al llegar a Panamà los denunciarìa ya que los tenìa filmados en su celular. Mientras esperaba mi check in una familia uruguaya se quejaba porquè la chica fue al baño y les pidiò papel higiènico a las encargadas de limpieza y no le dieron respuesta, se indignò porquè le querìan cobrar 30 dòlares por la estancia y ni papel higiènico le brindaron, al parecer lo sustraen las trabajadoras del aeropuerto. Cuando llegò mi turnodel ckeck in y presentè mis documentos, habìan desaparecido todo. No aparecìa registrado mi vuelo de regreso el 7 de Marzo, ni mi entrada al paìs el 1 de Febrero, ni el vuelo del dìa 26 de Enero, tanto COPA como en Migraciones de Cuba que trabajan en el Aeropuerto no encontraban mi caso, pensè fuera error de sistema. Entonces me pasaron con una supervisora de COPA que me empezò a hacer preguntas y dedujo que el dìa 27 cuando Migraciones y COPA me enviaron de vuelta, COPA me debiò penalizar y en su lugar se cobraron mi regreso del dìa 7 de Marzo sin comunicármelo. Le dije que eso era injusto y menos sin comunicàrmelo. Ella me dijo "es Migraciones quièn te tiene que pagar tu regreso". Me dirijì a Migraciones, les recordè todo lo ocurrido y ellos ni tenìan mi caso archivado en su sistema y me decìan que la culpa era de COPA que me usò el vuelo y luego vendiò mi asiento del dìa 7 de Marzo. Estuve ese dìa desde las 8 am hasta las 9.30 pm en la terminal 3 del Aeropuerto Internacional Josè Martì, tratando de resolver mi situaciòn, sin resultado, me doliò ver como los trabajadores de COPA comentaban y reìan entre ellos sobre mi caso ya que me quedè sentado frente a la aerolìnea hasta tener soluciones suyas. Otro señor hondureño habìa sufrido mal trato por la aerolìnea que injustificadamente le hicieron perder su vuelo de la Habana a Panamà, le brindè que durmiera en mi casa para que no fuera robado o perdiera su equipaje, indignado me dijo que se quedarìa a esperar el primer vuelo de COPA a Panamà . A las 9.30 pm regresè a mi casa deshidratado y resfriado.


 

En las siguientes semanas intentè vender algunas cosas que traje como regalo a mi madre para reunir el billete de regreso lo màs pronto posible para no perjudicar mi trabajo en Argentina ni perder mi fecha de casamiento del 21 de Marzo, resultado....ambos perdidos. En Cuba me quitaron mis derechos como ciudadano cubano y nada puedo hacer o reclamar. En Cuba es imposible encontrar internet, a travès de correos electrònicos con mi novia fue que pude ponerme en contacto con el mundo exterior. Era imposible que mi novia me enviara dinero. Cuba tiene muchas restricciones. Por Wester Union no pudo enviarme porque Cuba no es un pais donde tengan como jurisdicción o permiso para operar. Por Banco es aùn màs complicado el envio de dinero, a Cuba no se envian dólares sino euros porquè así lo dispone el país, el tema es que no sabes como lo recibirás si en euros o moneda local. Tienes que tener una cuenta en un banco oficial de allá como turista y extranjero y enviarle al que hace el depòsito las pruebas del motivo y problema por el cual solicitas que se te envie dinero. Tienes que explicar lo sucedido y enviarle al depositante como adjunto o fax copia del pasaporte con fecha de entrada y el pasaje de vuelta. Si eres residente en el exterior emigrado estàs perdido, a ningùn familiar residente en Cuba se le puede enviar si no es familiar directo. Son ayudas a familiares directos como padre, madre, hijo, hermano, o cónyuge. El otro caso sería para ayuda al extranjero o turista varado en otro pais pero debes tener documentación de nacionalidad en el paìs donde resides y demostrar que eres turista y porquè te encuentras varado ahí, ademàs debes abrir cuenta y enviar la documentación que justifique tal solicitud. Culpo a los Consulados Cubanos de Argentina y Chile, a Migraciones Cubanas, especificamente a los de la Terminal 3 del Aeropuerto Internacional Josè Martì en Ciudad Habana y por el trato deplorable e injustificado que me diò la aerolìnea COPA y Migraciones del Aeropuerto Internacional de Panamà que derivó en que perdí mi trabajo, mi fecha de casamiento y me arruinaron mis últimas vacaciones o visita a “La isla cárcel”.






Sigamos buscando primero el Reino



Hace más de mil novecientos años, en un discurso pronunciado en Galilea, Jesús dirigió la siguiente exhortación a sus oyentes: “Sigan, pues, buscando primero el reino y la justicia de Dios”.

Toda persona que captara la importancia de este hecho pondría el Reino en primer lugar en su vida. Si ese fue el caso en el siglo primero, con mucha más razón lo es hoy día, pues Cristo ya ha sido entronizado como Rey. Por lo tanto, la pregunta que cada uno debe plantearse es: “¿Demuestra mi modo de vida que busco primero el Reino de Dios?” (Mateo 6:33).

En la actualidad, millones de personas de todo el planeta están, de hecho, buscando primero el Reino. Le demuestran su apoyo haciendo que su vida gire en torno al cumplimiento de la voluntad de Jehová, a quien se han dedicado. Por otro lado, la inmensa mayoría de la humanidad persigue objetivos puramente terrenales. Luchan por obtener dinero y los bienes y placeres que este pone a su alcance, o se vuelcan en su carrera profesional. Su modo de vivir refleja preocupación por ellos mismos, las cosas materiales y los placeres. Ponen a Dios en segundo lugar, si acaso creen en él (Mateo 6:31, 32).

Teniendo en cuenta que ninguna de tales posesiones dura para siempre, Jesús dio el siguiente consejo a sus discípulos: “Dejen de acumular para sí tesoros sobre la tierra”. “Más bien —añadió—, acumulen para sí tesoros en el cielo”, lo cual se logra sirviendo a Jehová. Jesús instó a sus seguidores a mantener el ojo “sencillo” concentrando su atención y esfuerzos en efectuar la voluntad divina. “No pueden ustedes servir como esclavos a Dios y a las Riquezas”, les dijo. Pero ¿cómo debían ver las necesidades materiales, a saber, el alimento, la ropa y el abrigo? “Dejen de inquietarse”, les aconsejó. A continuación los invitó a reparar en las aves, a las que Dios alimenta, y los animó a aprender de las flores, a las que Él viste. ¿Acaso no valen los siervos humanos inteligentes de Jehová mucho más que esas creaciones? “Sigan, pues, buscando primero el reino y la justicia de Dios —recomendó Jesús—, y todas estas otras cosas [necesarias] les serán añadidas.” (Mateo 6:19-34.

miércoles, 25 de junio de 2014

¿Qué hay de las discotecas para jóvenes?

En los últimos años se han puesto muy de moda las discotecas para jóvenes, frecuentadas precisamente por gente joven que anda en busca de diversión.
Claro está, a todos nos gusta divertirnos, y la Biblia dice que hay “un tiempo para reír” y hasta “un tiempo para bailar” (Eclesiastés 3:4Levoratti-Trusso). Pero ¿brinda entretenimiento sano un local de baile para jóvenes, o hay algo que debas tomar en cuenta antes de ir?
“Fiestas [donde se] hacen locuras”
Aunque es cierto que las Escrituras no condenan las reuniones sociales moderadas, sí nos alertan contra las “diversiones estrepitosas”, o “fiestas [donde se] hacen locuras” (Gálatas 5:19-21Traducción en lenguaje actual). En tiempos bíblicos, las diversiones estrepitosas terminaban casi siempre en un completo desorden, por lo que el profeta Isaías expresó: “¡Ay de los que se levantan muy de mañana para buscar solo licor embriagante, que se quedan hasta tarde en la oscuridad nocturna, de modo que el vino mismo los inflama! Y tiene que resultar que haya arpa e instrumento de cuerdas, pandereta y flauta, y vino en sus banquetes; pero la actividad de Jehová no miran” (Isaías 5:11, 12).
En aquellas fiestas predominaban el “licor embriagante” y la música desenfrenada. Además, la diversión empezaba temprano y duraba hasta bien entrada la noche. Fíjate también en la actitud de los juerguistas: ¡se portaban como si Dios no existiera! No nos sorprende que Jehová condenara tales fiestas. Ahora bien, ¿cuál será su opinión de lo que ocurre hoy día en muchas discotecas para jóvenes?
Analiza los hechos. Por una parte, hay sitios en donde todavía se acostumbran el crowdsurfing y el frenético moshing. Según cierta fuente, el moshing “apareció a mediados de los años ochenta en clubes post-punk estadounidenses. Nació [...] del slam, un baile en el que los participantes se daban empujones unos a otros”. En el moshing es habitual dar saltos, sacudir violentamente la cabeza y simular embestidas, además de chocar contra otros participantes. Las fracturas y cortaduras son muy comunes; también ha habido lesiones de columna vertebral y de cráneo, e incluso muertes. En el crowd surfing se levanta a alguien sobre las cabezas de la multitud para que se deslice sobre los brazos de los participantes, como si surfeara. Muchos se han caído y se han lastimado. Y no es raro que a las muchachas las toquen indebidamente.
No hace falta preguntar si a Dios le disgusta tal conducta. Después de todo, su Palabra dice que los cristianos deben “repudiar la impiedad y los deseos mundanos y [...] vivir con buen juicio” (Tito 2:12).


Música y drogas
Piensa, además, en la clase de música que se toca en la mayoría de los locales de baile. Algunos de ellos se especializan en heavy metal y otros tipos de rock duro, con su ritmo pulsátil y letras obscenas, aunque en muchos lugares lo que predomina es el rap, ohip-hop, igualmente impregnado de sexo, violencia y rebelión. ¿Te perjudicaría exponerte a ese tipo de música en un ambiente malsano? David Hollingworth, asesor de clubes nocturnos, dice: “La música tiene un fuerte impacto psicológico en la gente. Si reunimos una multitud de personas, [la música] engendrará agresividad”. Con razón ha habido una oleada de violencia en discotecas de varias ciudades estadounidenses, violencia que, para muchos, es el resultado directo de una cultura musical que glorifica las obscenidades y la conducta salvaje.*
En los últimos años, el uso de drogas también se ha convertido en elemento común de los locales de baile. Cierta investigadora afirma que “la disponibilidad, la variedad y el consumo de drogas ilícitas [...] han dado popularidad a las discotecas”. De hecho, hay drogas que se conocen como “de baile”. A veces, los clientes de esos sitios incluso consumen una mezcla de fármacos. Uno de los ingredientes más comunes en tales mezclas es la ketamina, que produce disociación, delirio, dificultades respiratorias y daño neurológico. La metanfetamina provoca pérdida de la memoria, agresividad y violencia, además de que conlleva la posibilidad de daño cardíaco y neurológico. Una droga que predomina es el éxtasis, un derivado anfetamínico capaz de producir confusión, ansiedad, aumento de la frecuencia del pulso, hipertensión arterial, hipertermia y, en algunos casos, incluso la muerte.
El consumo de drogas ilegales es contrario al mandato bíblico de “[limpiarnos] de toda contaminación de la carne y del espíritu” (2 Corintios 7:1). ¿Consideras sensato meterteen un ambiente donde reine el consumo de drogas?
Malas compañías
Recuerda asimismo la consabida advertencia: “Las malas compañías echan a perder los hábitos útiles” (1 Corintios 15:33). Tal como los juerguistas de tiempos bíblicos, casi ningún joven de los que frecuentan las salas de baile parece preocupado por complacer al Creador. De hecho, podría decirse que la mayoría son “amadores de placeres más bien que amadores de Dios” (2 Timoteo 3:4). ¿De veras quieres andar entre gente de esa clase?
Habrá quien piense que se pueden reducir los riesgos yendo a esos lugares con otros jóvenes cristianos. El problema es que el joven que sea un verdadero “ejemplo para los fieles [...] en conducta” no va a estar dispuesto a acompañarte (1 Timoteo 4:12). Pero aun suponiendo que un grupo de jóvenes cristianos fueran a uno de esos sitios y lograran mantenerse juntos, la música y el ambiente malsanos seguirían estando allí. Podrían verse en una situación tensa o incómoda si otros los invitaran a bailar; algunos jóvenes incluso se han metido en peleas. La Biblia tiene mucha razón al decir: “El que está andando con personas sabias se hará sabio, pero al que está teniendo tratos con los estúpidos le irá mal” (Proverbios 13:20).


Baile provocativo
Y entonces tenemos el baile propiamente dicho. Hay un baile sumamente extraño que se ha puesto muy de moda, sobre todo entre los adolescentes de Estados Unidos: al ritmo de música hip-hop —cuya letra ya es erótica—, los participantes bailan con movimientos que simulan el acto sexual, lo que ha hecho que algunos digan que es como tener relaciones sexuales con la ropa puesta.
¿Querría un joven cristiano participar en ese tipo de baile? No si lo que desea es agradar a Dios, quien ordena: “Huyan de la fornicación” (1 Corintios 6:18). Tal vez alguien diga: “Si la mayoría lo hace, no puede ser tan malo”. Pero toma en cuenta que la mayoría puede estar equivocada (Éxodo 23:2). ¡Ten el valor de resistir la presión de tus amigos y mantener una buena conciencia ante Dios! (1 Pedro 4:3, 4.)
Toma tu decisión
Lo anterior no significa que todo tipo de baile sea malo. En la Biblia se relata que, tras volver con el arca sagrada del pacto a Jerusalén, al rey David lo embargó tal alegría que “iba danzando en derredor [...] con todo su poder” (2 Samuel 6:14). Y en la parábola de Jesús del hijo pródigo se dice que al celebrar su regreso hubo “un concierto de música y danzas” (Lucas 15:25).
De igual modo, habrá algunas formas de baile que sean aceptables entre los cristianos del lugar donde vives. Pero aun entonces es importante tener equilibrio y buen juicio. Escuchar música y bailar en fiestas de hermanos cristianos en las que se cuente con el control y la supervisión adecuados es mejor que hacerlo en discotecas para jóvenes. Cuando hay buena supervisión, la juventud no hace su grupo aparte, sino que disfruta de la compañía sana de cristianos de todas las edades.
Es posible que donde vivas haya restaurantes con música y baile aceptables. Pero antes de aceptar una invitación a uno de esos establecimientos, sería sensato que te preguntaras: “¿Qué reputación tiene el lugar? ¿Atienden solo a jóvenes? Si es así, ¿cuánta probabilidad hay de que exista un ambiente sano? ¿Qué tipo de música se toca? ¿Qué tipo de baile hay? ¿Qué opinan mis padres de que yo vaya?”. Hacerte preguntas como estas puede librarte de peligros.
Shawn, citado al inicio, frecuentaba las discotecas antes de ser cristiano, y resume bien el asunto: “En los clubes nocturnos existe mucha conducta relajada. Por regla general, la música es degradante, el baile es sumamente inmoral y la mayoría de los que acuden tienen un solo motivo: encontrar alguien con quien tener relaciones sexuales al salir del club”. Shawn dejó de ir a las discotecas tras estudiar la Biblia con los testigos de Jehová. Y su opinión, basada en la dolorosa experiencia, es: “Esos sitios no son para un cristiano”.

sábado, 21 de junio de 2014

Los inmigrantes: sus sueños y sus realidades

En busca de una vida mejor

GEORGE estaba desesperado. Ni siquiera podía alimentar a su familia. Las enfermedades y el hambre azotaban a su comunidad. Sin embargo, a unos cientos de kilómetros al sur se encontraba un país más próspero. “Me iré allá —pensó George⁠—, conseguiré un empleo y luego haré que mi familia vaya también para reunirse conmigo.”
También Patricia, de Nigeria, soñaba con un nuevo comienzo en el extranjero. No tenía trabajo ni perspectivas de progresar, de modo que decidió irse a Argelia y de allí a España, sin imaginarse lo terrible que sería el viaje a través del desierto del Sahara. “Estaba embarazada —comenta ella⁠—, y quería darle a mi hijo una vida mejor.”
Rachel quería ir a España para mejorar su situación. Había perdido su empleo en Filipinas y sus parientes le habían dicho que en otros países las empleadas domésticas eran muy solicitadas. Así que pidió dinero prestado, compró el pasaje y se despidió de su esposo y su hija con esta promesa: “No estaremos separados por mucho tiempo”.
Se calcula que en las últimas décadas han emigrado más de 200 millones de personas como George, Patricia y Rachel. Aunque algunas han huido debido a la guerra, los desastres naturales o la persecución, la mayoría ha emigrado por razones económicas. ¿Qué dificultades encuentran en el país al que llegan? ¿Logran la vida que anhelaban? ¿Cómo les va a los hijos cuando sus padres se marchan en busca de mayores ingresos? Lea las respuestas que se dan a continuación.

 Llegada y proceso de adaptación

La primera gran dificultad del emigrante es, a menudo, el viaje mismo. George viajó cientos de kilómetros con poca comida. “El recorrido fue una pesadilla”, recuerda. Muchos inmigrantes ni siquiera llegan a su destino.
El objetivo de Patricia era llegar a España. Atravesó el desierto del Sahara apiñada con otras 25 personas en un camión abierto. “El viaje de Nigeria a Argelia nos tomó una semana —cuenta⁠—. En el trayecto vimos muchos cadáveres y gente vagando por el desierto a punto de morir. Parece que algunos camioneros despiadados van abandonando pasajeros a lo largo del camino.”
A diferencia de George y Patricia, Rachel viajó en avión a España, donde tenía un empleo esperándola. Pero nunca se imaginó cuánto extrañaría a su hijita de dos años. “Cada vez que veía a una madre cuidando de su pequeño —recuerda⁠—, se me encogía el corazón.”
George luchó por adaptarse a su nuevo país. Pasaron meses antes de que pudiera enviar dinero a casa. “Muchas noches lloré de soledad y frustración”, confiesa.
Tras varios meses en Argelia, Patricia llegó a la frontera con Marruecos. Ella dice: “Allí di a luz a mi nena. Tenía que esconderme de los traficantes que secuestraban a las inmigrantes y las obligaban a prostituirse. Al final conseguí suficiente dinero para iniciar el peligroso viaje por mar a España. El bote estaba en pésimo estado y no estaba preparado para llevar a tanta gente. ¡Hasta tuvimos que usar los zapatos para sacar el agua que entraba! Al llegar a la costa, no me quedaban fuerzas para caminar hasta la orilla”.
Los riesgos del viaje no son los únicos problemas a los que se enfrenta quien está planeando irse a otro país. Están las barreras del idioma y la cultura, así como los gastos y las complicaciones legales que surgen para obtener la residencia o la ciudadanía. Si no se obtienen, es casi imposible conseguir un buen empleo, vivienda, educación o servicios de salud adecuados. Tampoco es fácil tramitar la licencia de conducir ni abrir una cuenta bancaria. Y por si fuera poco, los inmigrantes indocumentados son explotados como mano de obra barata.
Otro factor que considerar es el dinero. En realidad, ¿cuánta seguridad ofrece? La Biblia da este sabio consejo: “No te esfuerces por hacerte rico; deja de preocuparte por eso. Si te fijas bien, verás que no hay riquezas; de pronto se van volando, como águilas, como si les hubieran salido alas” (Proverbios 23:4, 5Dios habla hoy). Hay que recordar que  las cosas más importantes no se pueden comprar: el amor, la tranquilidad y la unidad familiar. ¡Qué triste es cuando una pareja, en su deseo de conseguir más dinero, pone en segundo plano el amor que los une o el “cariño natural” que sienten por sus hijos! (2 Timoteo 3:1-3.)
Los seres humanos también tenemos una necesidad espiritual (Mateo 5:3). Por tanto, los buenos padres hacen todo lo que está en su mano por cumplir la responsabilidad que Dios les ha dado de enseñar a sus hijos acerca de él, su propósito y sus normas (Efesios 6:4).

 Una familia unida es más importante que el dinero

Las historias de los inmigrantes pueden variar, pero la mayoría tienen algo en común, como se ve en los ejemplos de George, Rachel y Patricia. La familia sufre cuando se deja atrás al cónyuge o a los hijos, y pueden pasar años hasta que todos vuelvan a reunirse. En el caso de George pasaron más de cuatro años.

Rachel finalmente volvió a Filipinas para buscar a su hijita después de haber estado separada de ella por casi cinco años. Patricia, por su parte, llegó a España con su bebé en brazos. “Ella es todo lo que tengo —dice⁠—, así que trato de cuidarla lo mejor posible.”
Muchos inmigrantes no vuelven a su país a pesar de la soledad, los problemas económicos y la larga separación de sus seres queridos. ¿Por qué? Porque han invertido tanto que, cuando las cosas salen mal, no tienen el valor de cortar por lo sano, regresar a casa y sufrir posibles humillaciones.
Allan, de Filipinas, tuvo el valor de regresar. Aunque había encontrado un buen empleo en España, al año y medio ya estaba de vuelta en casa. Él explica: “Extrañaba demasiado a mi esposa y a mi nena. Así que decidí que no trabajaría nunca más en el extranjero si no podía llevármelas conmigo; y con el tiempo, eso fue lo que hice. La familia es muchísimo más importante que el dinero”.
Patricia descubrió otra cosa que es más importante que el dinero. Cuando llegó a España, llevaba con ella un Nuevo Testamento. “Era mi amuleto —recuerda⁠—. Más tarde conocí a una testigo de Jehová. Nunca había querido hablar con los Testigos, así que empecé a hacerle muchas preguntas con la intención de demostrarle que estaba equivocada. Para mi sorpresa, defendió sus creencias y respondió a mis preguntas con la Biblia.”
Patricia comprendió que la felicidad verdadera y la esperanza de un futuro mejor no dependen del lugar donde uno viva ni del dinero que uno tenga, sino de conocer a Dios y su propósito para la humanidad (Juan 17:3). Entre otras cosas, aprendió que Dios tiene nombre: Jehová (Salmo 83:18). También aprendió en la Biblia que él pronto eliminará la pobreza mediante su Reino, un gobierno en manos de Jesucristo (Daniel 7:13, 14). Jesús “librará al pobre que clama por ayuda, también al afligido y a cualquiera que no tiene ayudador. De la opresión y de la violencia les redimirá el alma”, nos asegura Salmo 72:12, 14.
¿Por qué no dedica tiempo a examinar la Biblia? Este libro de sabiduría divina le ayudará a darle el primer lugar a lo que es más importante, a tomar buenas decisiones y a afrontar las dificultades con ánimo y esperanza (Proverbios 2:6-9, 20, 21).