sábado, 18 de octubre de 2014

UN MUNDO SIN COMER CARNE, ES POSIBLE


“Llegará a haber abundancia de grano en la tierra; en la cima de las montañas habrá sobreabundancia”, cantó el salmista (Salmo 72:16). Jehová Dios bendecirá a quienes son fieles a él, y “la tierra misma ciertamente dará su producto” (Salmo 67:6).

Esta es una de las tantas promesas de Jehová Dios para los que vivirán eternamente en el paraíso. Muchos se preguntan ¿de que se alimentarán? Habrá paz entre el hombre y los animales. Los animales salvajes y domésticos comerán juntos. Ni siquiera un niño pequeño tendrá nada que temer de animales que ahora son peligrosos (Isaías 11:6-9; 65:25). Es decir para que haya paz entre el hombre y los animales, no nos alimentaremos de su carne.

En el paraíso entrarán en vigor nuevas leyes que sus habitantes deberán respetar. (Rev. 20:12). ¿Qué contendrán esos libros? Por lo visto, las leyes que estarán vigentes durante el Reinado de Mil Años. No alcanzamos a imaginar cómo será la vida en aquel tiempo pero estudiando la Biblia podemos discernir que no habrá más MATANZAS DE NINGUNA CLASE DE ANIMAL como muestran las siguientes imágenes: https://www.google.com.ar/search?q=matanzas&client=firefox-a&hs=HtY&rls=org.mozilla:es-ES:official&channel=fflb&source=lnms&tbm=isch&sa=X&ei=65dCVNSEDey1sQSA04K4CQ&ved=0CAgQ_AUoAQ&biw=1280&bih=697#rls=org.mozilla:es-ES:official&channel=fflb&tbm=isch&q=matanzas+de+animales

Cuando Jehová hizo la Tierra, hizo a los seres humanos —su obra cumbre— en último lugar. Dios dispuso que Adán, Eva y el resto de la humanidad dominaran a los animales y estuvieran en paz con ellos. No nos debe costar creer que, tal como promete la Biblia, los seres humanos vivirán en armonía con los animales (Is. 11:6-9; 65:25). Recordemos lo que Jehová les dijo a Noé y su familia cuando salieron del arca: “Un temor a ustedes y un terror a ustedes continuarán sobre toda criatura viviente de la tierra”. Este miedo instintivo les sirve de protección a los animales (Gén. 9:2, 3). Pasado el Diluvio, Jehová permitió que el hombre incluyese la carne en su alimentación. Él dijo: “Todo animal moviente que está vivo puede servirles de alimento. Como en el caso de la vegetación verde, de veras lo doy todo a ustedes. Solo carne con su alma —su sangre— no deben comer”. (Gé 9:3, 4.)

¿Qué significa "....y el león comerá paja justamente como el toro"? (Isaías 65:25)

Significa eso, que ya no se alimentarán de carne, es decir no existirán más los animales carnívoros o depredadores en tierra, mar o aire. Para los que no andan en los caminos de la verdad, les resultará dificil creer esta profecía bíblica. Los médicos de la actualidad nos dicen que "NO PODEMOS VIVIR SIN COMER CARNE YA QUE NOS FALTARÍAN NUTRIENTES ESENCIALES QUE SOLO SE ENCUENTRAN EN ELLA". El soberano universal Jehová Dios es el primer detractor de esta falacia.

Veamos un ejemplo de como Jehová alimentó por 4 décadas a cientos de miles de sus hijos en situaciones extremas en el desierto.

El MANÁ fue el alimento principal de los israelitas durante los cuarenta años que vagaron por el desierto. (Éx 16:35.) Jehová proveyó el maná por primera vez en el desierto de Sin, durante la última mitad del segundo mes después de la salida de Israel de Egipto en el año 1513 a. E.C. (Éx 16:1-4.) Les sirvió de alimento hasta que entraron en Canaán, en el año 1473 a. E.C., y comieron del producto de la Tierra Prometida. (Jos 5:10-12.)



El maná era “blanco como la semilla de cilantro” y tenía el “aspecto” del bedelio, una sustancia transparente, similar a la cera, con una forma parecida a la de una perla. Su sabor era comparable al de “tortas aplastadas con miel” o “una torta dulce aceitada”. Después de molerse en un molino de mano o machacarse en un mortero, se hervía, o bien se hacían con él tortas y se horneaba. (Éx 16:23, 31; Nú 11:7, 8.)

No hay ninguna sustancia natural conocida hoy en día que encaje en todo respecto con la descripción bíblica del maná, por lo que hay poca base para identificarlo con algún producto conocido. Esto se debe especialmente al aspecto milagroso implicado en la provisión divina del maná. La disponibilidad del maná no dependía de la época del año o de una ubicación particular en el desierto. Aunque criaba gusanos y empezaba a heder al día siguiente si se guardaba durante la noche, el omer adicional de maná que se recogía el sexto día para comerlo el sábado no se estropeaba. Los sábados no se formaba maná, lo que sirvió para que los israelitas respetaran la observancia del sábado. (Éx 16:19-30.) El salmista llamó al maná “el grano del cielo” (Sl 78:24), “pan del cielo” (Sl 105:40) y “el pan mismo de poderosos” (Sl 78:25).

Cuando los israelitas se cansaron del maná y se pusieron a llamarlo “pan despreciable”, Jehová castigó su rebelión enviando serpientes venenosas que causaron la muerte de muchos. (Nú 21:5, 6.)

SI TE INTERESA SABER MÁS SOBRE LOS ALIMENTOS EN LA BIBLIA PUEDES LEERLO AQUÍ: http://wol.jw.org/es/wol/d/r4/lp-s/1200001541

Cuando se cumpla el Salmo 72:16 e Isaías 65:25 en el nuevo paraíso terrestre que Jehová promete a sus siervos fieles se acabarán los sacrificios y torturas de animales, acabará la caza, la pesca, no se derramará más sangre animal ni se servirá carne en la mesa. ¿Te gustaría vivir en un mundo así?


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