martes, 7 de octubre de 2014

Tal vez haya que modificar la forma de predicar y hacer discípulos.

Confiemos en Jehová, el Dios de “tiempos y sazones”

Para seguir predicando el Reino en estos últimos días, necesitamos estar convencidos de que Jehová cumplirá su propósito puntualmente. Debido a la convulsa situación mundial, tal vez haya que modificar la forma de predicar y hacer discípulos. De vez en cuando, la organización tal vez vea necesario hacer ciertos cambios para ayudarnos a proclamar las buenas nuevas más eficazmente. ¿Cómo demostramos que tenemos fe en el Dios de “tiempos y sazones”? Aceptando plenamente dichos cambios y siendo leales a su Hijo, el “cabeza de la congregación” (Efes. 5:23).




 Muchas personas ven que el mundo va de mal en peor, pero no se dan cuenta de que eso es justo lo que la Biblia profetizó sobre los últimos días. Algunos creen que el sistema está a punto de venirse abajo, mientras que otros piensan que los seres humanos de algún modo lograrán traer “paz y seguridad” (1 Tes. 5:3). Pero ¿qué hay de nosotros? Si de verdad entendemos que vivimos al final de los últimos días del mundo de Satanás, ¿no deberíamos esforzarnos por mantenernos ocupados sirviendo al Dios de “tiempos y sazones”, y ayudando al prójimo a conocerlo? (2 Tim. 3:1.) Cada uno de nosotros debe asegurarse de estar aprovechando sabiamente su valioso tiempo (léase Efesios 5:15-17).
En este mundo repleto de distracciones, no es nada fácil comprar “todo el tiempo oportuno”. Ya lo advirtió Jesús: “Así como eran los días de Noé, así será la presencia del Hijo del hombre”. ¿Y cómo eran los días de Noé? Se había predicho que el mundo de aquella época acabaría y que los humanos malvados se ahogarían en las aguas de un diluvio universal. Noé fue un “predicador de justicia” y proclamó el mensaje de Dios a sus contemporáneos (Mat. 24:37; 2 Ped. 2:5). Pero ellos “estaban comiendo y bebiendo, los hombres casándose y las mujeres siendo dadas en matrimonio, [...] y no hicieron caso hasta que vino el diluvio y los barrió a todos”. Por eso, Jesús aconsejó: “Demuestren estar listos, porque a una hora que no piensan que es, viene el Hijo del hombre” (Mat. 24:38, 39, 44). Nosotros debemos imitar a Noé, no a la gente de aquel tiempo. ¿Qué nos ayudará a estar listos?


Jehová puede influir en los sucesos para que su propósito se cumpla justo en el momento preciso. Muchos de los acontecimientos más trascendentales del mundo han contribuido al cumplimiento de profecías bíblicas, especialmente las relacionadas con la predicación mundial de las buenas nuevas del Reino de Dios. Pensemos, por ejemplo, en la desintegración de la Unión Soviética y sus consecuencias. Pocos imaginaban que pudieran darse cambios políticos tan grandes en tan poco tiempo. No obstante, como resultado de aquellos acontecimientos, las buenas nuevas se predican hoy en muchos lugares donde años atrás la obra estaba prohibida. Sin duda, es crucial que todos compremos tiempo para servir fielmente al Dios de “tiempos y sazones”.

Los evangelizadores del primer siglo a menudo predicaron de manera informal. Si desea conocer más lea el siguiente artículo:

http://wol.jw.org/es/wol/d/r4/lp-s/202010286







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