martes, 22 de abril de 2014

Gobierno cubano



 Nuestro Caudillo no es ningún ser humano, sino Jesucristo. “No sean llamados Rabí, porque uno solo es su maestro, mientras que todos ustedes son hermanos. Además, no llamen padre de ustedes a nadie sobre la tierra, porque uno solo es su Padre, el Celestial. Tampoco sean llamados ‘caudillos’, porque su Caudillo es uno, el Cristo.” (Mateo 23:8-10.)
¿Debería creerse algún ser humano superior a los demás? (Romanos 3:23, 24; 12:3.)

Gobierno
Definición: El arreglo para hacer leyes y administrarlas. Por lo general se clasifica a los gobiernos según la fuente y el alcance de su autoridad. Jehová Dios es el Soberano Universal, quien confiere autoridad a otros según su voluntad y propósito. Sin embargo, Satanás el Diablo, el principal rebelde contra la soberanía de Jehová, es “el gobernante del mundo”... esto por permiso de Dios por un espacio de tiempo limitado. La Biblia pinta al sistema mundial de gobernación política mediante la figura de una bestia salvaje, y dice que “el dragón [Satanás el Diablo] le dio a la bestia su poder y su trono y grande autoridad”. (Juan 14:30; Rev. 13:2; 1 Juan 5:19.)

" Toda civilización que ha existido, al fin se ha desplomado. La historia es una narración de esfuerzos que fracasaron, o aspiraciones que no se realizaron. Por eso, como historiador, uno tiene que vivir con un sentido de lo inevitable de la tragedia ". Henry Kissinger




¿Es posible para humanos establecer un gobierno que realmente traiga felicidad duradera?
¿Qué muestra el registro histórico humano?
  Ecl. 8:9: “El hombre ha dominado al hombre para perjuicio suyo.” (Esto es cierto aunque algunos gobiernos y gobernantes hayan comenzado con ideales elevados.)
  “Toda civilización que ha existido, al fin se ha desplomado. La historia es una narración de esfuerzos que fracasaron, o aspiraciones que no se realizaron. [...] Por eso, como historiador, uno tiene que vivir con un sentido de lo inevitable de la tragedia.” (Henry Kissinger, docto en ciencias políticas y profesor sobre gobierno, según se le citó en el periódico The New York Times del 13 de octubre de 1974, pág. 30B.)
¿Qué sirve de estorbo a los esfuerzos humanos en el campo del gobierno?
  Jer. 10:23: “Bien sé yo, oh Jehová, que al hombre terrestre no le pertenece su camino. No le pertenece al hombre que está andando siquiera dirigir su paso.” (Dios no autorizó a su creación humana a trazarse su propia senda en independencia de Dios.)
  Gén. 8:21: “La inclinación del corazón del hombre es mala desde su juventud.” (Todos —no solo los gobernantes, sino también los gobernados— nacen en pecado, con inclinaciones egoístas.)
  2 Tim. 3:1-4: “En los últimos días se presentarán tiempos críticos, difíciles de manejar. Porque los hombres serán amadores de sí mismos, amadores del dinero, [...] no dispuestos a ningún acuerdo, [...] hinchados de orgullo.” (Los problemas que afronta la humanidad hoy día no pueden ser resueltos para siempre por una sola nación; exigen completa cooperación internacional. Pero intereses egoístas impiden eso, y también impiden seriamente cualquier verdadera cooperación entre las diversas organizaciones que existen dentro de las naciones.)
  La Biblia también revela que hay fuerzas sobrehumanas manipulando los asuntos de los hombres: “El mundo entero está yaciendo en el poder del inicuo” (1 Juan 5:19). “Tenemos una lucha, no contra sangre y carne, sino contra [...] los gobernantes mundiales de esta oscuridad, contra las fuerzas espirituales inicuas en los lugares celestiales” (Efe. 6:12). “Expresiones inspiradas por demonios [...] salen a los reyes de toda la tierra habitada, para reunirlos a la guerra del gran día de Dios el Todopoderoso.” (Rev. 16:14.)

" El comunismo encuentra gran audiencia allí donde no gobierna ". Henry Kissinger
¿Cómo puede la gente obtener alivio duradero de la corrupción y la opresión gubernamentales?
¿Resolverá el problema el poner a otros hombres en el poder?
  ¿No es cierto que, en los lugares donde hay elecciones libres, por lo general se saca del poder en relativamente pocos años a los hombres que han sido colocados en esa posición? ¿Por qué? La mayoría de la gente no queda satisfecha con lo que ellos hacen.
  Sal. 146:3, 4: “No cifren su confianza en nobles, ni en el hijo del hombre terrestre, a quien no pertenece salvación alguna. Sale su espíritu, él vuelve a su suelo; en ese día de veras perecen sus pensamientos.” (Por eso, los programas que instituyen los gobernantes para mejorar diversas situaciones pasan pronto a las manos de otras personas, y con frecuencia son abandonados.)
  Sin importar quién sea el gobernante, todavía será parte de este mundo que yace en el poder de Satanás. (1 Juan 5:19.)
¿Está la respuesta en recurrir a revoluciones violentas?
  Hasta cuando se destituye a los gobernantes corruptos y se eliminan las leyes injustas, el nuevo gobierno se compone de humanos imperfectos y todavía es parte del sistema político que, como claramente dice la Biblia, está bajo el control de Satanás.
  Mat. 26:52: “Vuelve tu espada a su lugar, porque todos los que toman la espada, perecerán por la espada.” (Jesús dijo esto a uno de sus apóstoles en un tiempo en que la autoridad gubernamental estaba siendo empleada injustamente contra el mismo Hijo de Dios. ¿Por qué causa más digna pudiera haber peleado alguien, si eso fuera lo que correctamente debería hacerse?)
  Pro. 24:21, 22: “Hijo mío, teme a Jehová y al rey. Con los que están a favor de un cambio, no te entremetas. Porque su desastre se levantará tan repentinamente, que ¿quién se dará cuenta de la extinción de los que están a favor de un cambio?”
Entonces, ¿qué respuesta hay a los problemas de la corrupción y la opresión?
  Dan. 2:44: “El Dios del cielo establecerá un reino [un gobierno] que nunca será reducido a ruinas. Y el reino mismo no será pasado a ningún otro pueblo. Triturará y pondrá fin a todos estos reinos, y él mismo subsistirá hasta tiempos indefinidos.”
  Sal. 72:12-14: “Él [el rey nombrado por Jehová, Jesucristo] librará al pobre que clama por auxilio, también al afligido y a cualquiera que no tiene ayudador. Le tendrá lástima al de condición humilde y al pobre, y las almas de los pobres salvará. De la opresión y de la violencia les redimirá el alma, y la sangre de ellos será preciosa a sus ojos.” (El interés que Jesús manifestó en tales personas cuando estuvo en la Tierra —las curó, alimentó a multitudes, hasta entregó su vida por aquellas personas— muestra que él verdaderamente será la clase de gobernante que se predijo en la profecía.)
  
¿Por qué deberíamos dar seria consideración a lo que la Biblia dice acerca del futuro de los gobiernos?
Los gobernantes humanos no están suministrando lo que la humanidad necesita urgentemente
  Considere estas cosas que necesita la gente de todas partes, que los gobernantes humanos no están suministrando, pero que Dios ha prometido: 1) Vida en un mundo que estará libre de la amenaza de la guerra. (Isa. 2:4; Sal. 46:9, 10.) 2) Alimento abundante para todos. (Sal. 72:16.) 3) Vivienda cómoda para todos. (Isa. 65:21.) 4) Empleo satisfaciente para todos los que lo necesiten, de modo que tengan el sustento para sí y para sus familias. (Isa. 65:22.) 5) Una vida que no esté afeada ni perjudicada por enfermedades ni males. (Rev. 21:3, 4.) 6) Justicia; libertad del prejuicio religioso, racial, económico y nacional. (Isa. 9:7; 11:3-5.) 7) Disfrute de seguridad, de modo que ni la persona ni la propiedad de uno esté amenazada por criminales. (Miq. 4:4; Pro. 2:22.) 8) Un mundo en que las cualidades más altamente estimadas sean el amor, la bondad, el interés en el prójimo, y la veracidad. (Sal. 85:10, 11; Gál. 5:22, 23.)
  Por miles de años los gobernantes políticos han estado prometiendo a sus pueblos condiciones mejores. ¿En qué ha resultado esto? Aunque la gente de muchas naciones tiene más posesiones materiales, no son personas más felices, y los problemas a que se enfrentan son más complejos que nunca.
Las profecías bíblicas han resultado completamente confiables
  Con un siglo de anterioridad la Palabra de Dios predijo que Babilonia alcanzaría la posición de dominio mundial, y también que su poder finalmente sería quebrado y que, una vez desolada, su capital jamás sería habitada de nuevo (Isa. 13:17-22). Con casi dos siglos de anterioridad, hasta antes que Ciro naciera, la Biblia lo predijo por nombre, así como el papel que desempeñaría en los asuntos internacionales (Isa. 44:28; 45:1, 2). Antes que Medopersia llegara a ser potencia mundial se predijo que ascendería al poder, que tendría naturaleza binaria, y cómo terminaría. Con más de dos siglos de anterioridad se predijo la línea de acción que seguiría el imperio mundial griego bajo su primer rey, y también la división subsiguiente del imperio en cuatro partes. (Dan. 8:1-8, 20-22.)
  La Biblia predijo detalladamente las condiciones mundiales de nuestro día, y nos notifica que Dios pondrá fin a todos los gobiernos humanos, y que el Reino de Dios en manos de su Hijo, Jesucristo, gobernará sobre toda la humanidad. (Dan. 2:44; 7:13, 14.)
  ¿No es proceder con sabiduría el prestar atención a una fuente de información que ha resultado tan consecuentemente confiable?
El gobierno por Dios es la única solución verdadera a los problemas de la humanidad
  Para solucionar los problemas existentes se requieren poder, habilidades y cualidades que no posee ningún humano. Dios puede librar a la humanidad de la influencia del Diablo y sus demonios, y ha prometido hacer eso, pero ningún humano puede. Dios ha hecho provisión para hacer lo que la ciencia médica jamás puede lograr... eliminar o remover el pecado, poniendo fin así a las enfermedades y a la muerte y haciendo posible que la gente sea la clase de personas que realmente desea ser. El Creador tiene el conocimiento necesario (de la Tierra y de todos los procesos vitales) para resolver los problemas de la producción de alimento y para impedir la peligrosa contaminación del ambiente, pero los esfuerzos humanos suelen crear más problemas. La Palabra de Dios ya está transformando vidas de tal modo que los que responden a la dirección de esa Palabra llegan a ser personas bondadosas, amorosas, de moralidad elevada, una sociedad de personas que rehúsan tomar las armas contra su semejante y que viven en paz y hermandad genuinas aunque son de toda nación, raza y grupo lingüístico.
  ¿Cuándo pondrá fin el Reino de Dios al sistema mundial actual?

Se desenmascara al gobernante secreto del  mundo
JESÚS dijo en cierta ocasión: “El gobernante de este mundo será echado fuera”. Algún tiempo después indicó que dicho gobernante “no tiene dominio sobre [él]” y que “ha sido juzgado” (Juan 12:31; 14:30; 16:11). ¿De quién hablaba?
Estas palabras de Jesús demuestran que “el gobernante de este mundo” no podía ser su Padre, Jehová Dios. ¿A quién se refería entonces? ¿De qué modo sería “echado fuera”? ¿Y cómo “ha sido juzgado”?
“El gobernante de este mundo” se da a conocer
Por lo general, a los criminales les gusta presumir de sus logros, y eso mismo hizo el Diablo cuando tentó a Jesús, el Hijo de Dios. Primero le mostró “todos los reinos de la tierra”, y luego le hizo la siguiente oferta: “Te daré toda esta autoridad y la gloria de ellos, porque a mí me ha sido entregada, y a quien yo quiera se la doy. Por eso, si tú haces un acto de adoración delante de mí, todo será tuyo” (Lucas 4:5-7).
Si el Diablo fuera solo un símbolo del mal como algunos piensan, ¿cómo podría explicarse este episodio? ¿Estaba Jesús siendo tentado por un mal pensamiento o por una serie de dudas internas tras su reciente bautismo? Y si así hubiera sido, ¿podría haberse afirmado: “No hay pecado en él”? (1 Juan 3:5.) Jesús no negó que el Diablo tuviera semejante poder sobre la humanidad. Por el contrario, lo confirmó al llamarlo “el gobernante del mundo” y describirlo como “un asesino y un gran mentiroso” (Juan 14:30; 8:44Traducción en lenguaje actual).
Casi setenta años después de aquel episodio, el apóstol Juan les recordó a los cristianos lo poderoso que era el Diablo cuando dijo que “el mundo entero yace en el poder del inicuo”. Además, declaró que ese ser “está extraviando a toda la tierra habitada” (1 Juan 5:19; Revelación [Apocalipsis] 12:9). De modo que la Biblia muestra que “el gobernante del mundo” es un espíritu invisible. Veamos cuánto poder tiene sobre los seres humanos.
El gobernante del mundo y sus cómplices
Al hablar de la pelea que tienen los cristianos a causa de su fe, el apóstol Pablo puso al descubierto a nuestros peores enemigos. “Tenemos una lucha —admitió con franqueza—, no contra sangre y carne, sino contra los gobiernos, contra las autoridades, contra los gobernantes mundiales de esta oscuridad, contra las fuerzas espirituales inicuas en los lugares celestiales.” (Efesios 6:12.) No luchamos “contra sangre y carne”, es decir, contra simples humanos, sino “contra las fuerzas espirituales inicuas”.
La mayoría de las traducciones modernas de la Biblia concuerdan en que dichas “fuerzas espirituales inicuas” no aluden a la maldad en sentido abstracto, sino a poderosos y malvados seres espirituales. Esta expresión se ha traducido también como “ejércitos espirituales malignos en las regiones celestiales” (Carta a los Efesios.Comentario para exégesis y traducción) o “huestes espirituales de maldad en las regiones celestiales” (La Biblia de las Américas). ¿Qué nos indica esto? Que el Diablo no ha ejercido en solitario su control sobre la humanidad. Cuenta con la ayuda de otros ángeles rebeldes que abandonaron “su propio y debido lugar” en los cielos (Judas 6).
El libro profético de Daniel nos permite entender cómo se han organizado estos “gobernantes mundiales” desde la antigüedad para controlar el mundo. En el año 537 antes de nuestra era, un grupo de judíos regresaron a Jerusalén de su exilio en Babilonia. Preocupado por sus compatriotas, el profeta Daniel estuvo orando por ellos durante tres semanas. Dios envió un ángel a tranquilizarlo, pero este tardó en llegar adonde el profeta. ¿Por qué? “El príncipe de la región real de Persia —le explicó el ángel a Daniel— estuvo plantado en oposición a mí por veintiún días.” (Daniel 10:2, 13.)
¿Quién era ese “príncipe de la región real de Persia”? No podía ser Ciro, el rey de Persia, pues había dado muchas muestras de favor hacia Daniel y su pueblo. Además, ¿qué rey de carne y hueso puede impedir el paso a un ángel durante tres semanas? Recordemos que uno solo de estos ángeles mató a 185.000 poderosos soldados en una noche (Isaías 37:36). Aquel “príncipe” solo podía ser un cómplice del Diablo: era el demonio a cargo del territorio ocupado por el Imperio persa. El ángel de Dios también le explicó a Daniel que en el trayecto de vuelta tendría que volver a enfrentarse a este demonio y a otro más, “el príncipe de Grecia” (Daniel 10:20).
¿Qué aprendemos de este relato? Que esos “gobernantes mundiales” son demonios invisibles y se reparten el control del mundo siguiendo las órdenes de su jefe, Satanás. Pero ¿cuál ha sido su objetivo hasta ahora?
El gobernante de este mundo muestra su verdadero rostro
En el último libro de la Biblia, el apóstol Juan menciona una batalla en la que Miguel —Jesús en su posición como arcángel— derrota al Diablo y sus demonios y los expulsa del cielo. Y claro, esto tiene desastrosas consecuencias para nosotros. “¡Ay de la tierra y del mar! —dice Juan—, porque el Diablo ha descendido a ustedes, teniendo gran cólera, sabiendo que tiene un corto espacio de tiempo.” (Revelación 12:9, 12.)
¿Cómo ha demostrado el Diablo su cólera? Reaccionando igual que el criminal que piensa: “Si no es para mí, no es para nadie”. Conscientes de que les queda poco tiempo, él y sus demonios se desquitan tratando de arruinar la Tierra y al ser humano. Por ejemplo, el Diablo recurre a una eficaz herramienta de la sociedad bajo su control —el mundo de los negocios— para promover un consumismo frenético. Como resultado, se agotan los recursos naturales y se destruye el medio ambiente, con lo que el ser humano pone en peligro su propia supervivencia (Revelación 11:18; 18:11-17).
La sed de poder del Diablo se puede percibir en la política y la religión desde el mismo principio de la historia humana. El libro de Revelación representa a las potencias políticas como bestias salvajes a las que el Diablo ha dado “gran autoridad”. También habla de la vergonzosa alianza entre los políticos y la religión y la compara a un adulterio espiritual (Revelación 13:2; 17:1, 2). Reflexionemos en los casos de opresión, esclavitud, guerras y conflictos étnicos que se han producido a lo largo de los siglos y en los millones de vidas que se han perdido. ¿Serán esos horribles sucesos que llenan las páginas de la historia simple fruto de la naturaleza humana? ¿O serán producto de la manipulación de un ejército de malvados seres invisibles?
La Biblia desenmascara al que ha estado manejando a los líderes y las potencias mundiales. Conscientemente o no, la sociedad humana refleja la personalidad de su gobernante, así como su retorcida actitud de que “si no es para mí, no es para nadie”. ¿Cuánto tiempo más tendrá que soportar la humanidad al Diablo?
El último suspiro del Diablo
El ministerio de Cristo en la Tierra firmó la sentencia de muerte del Diablo y sus demonios. Cuando los discípulos de Jesús le contaron cómo habían expulsado demonios, él respondió: “Contemplaba yo a Satanás ya caído como un relámpago del cielo” (Lucas 10:18). Con esas palabras, Jesús expresó la alegría que sentiría cuando, ya de vuelta en el cielo como Miguel el arcángel, venciera de una vez por todas al gobernante de este mundo (Revelación 12:7-9). Un análisis cuidadoso de las profecías bíblicas revela que esa victoria tuvo lugar en los cielos en 1914 o poco después.*
Desde entonces, el Diablo sabe que su destrucción está muy próxima. Y pese a que “el mundo entero yace en [su] poder”, millones de personas hoy día no se han dejado engañar por sus desesperados intentos de controlarlos. La Biblia les ha abierto los ojos y les ha revelado quién es en realidad y cuáles son sus verdaderas intenciones (2 Corintios 2:11). Las siguientes palabras del apóstol Pablo a sus hermanos cristianos los llenan de esperanza: “El Dios que da paz aplastará a Satanás bajo los pies de ustedes en breve” (Romanos 16:20).*
Pronto, el Diablo dejará escapar su último suspiro. Bajo el gobierno amoroso de Cristo, los seres humanos justos convertirán la Tierra en un paraíso. La violencia, el odio y la codicia habrán desaparecido para siempre. “Las cosas anteriores no serán recordadas”, promete la Biblia (Isaías 65:17). ¡Qué alivio será quedar por fin libres del dominio del gobernante secreto de este mundo!
[Notas]
Para saber más detalles sobre esta fecha, véanse las páginas 215 a 218 del apéndice del libro ¿Qué enseña realmente la Biblia?, editado por los testigos de Jehová.
Estas palabras de Pablo nos recuerdan la primera profecía bíblica, registrada en Génesis 3:15, donde se predecía la destrucción del Diablo. Para describir este acontecimiento, el apóstol usó un término griego que significa “quebrar, hacer añicos, romper en pedazos por aplastamiento” (Diccionario expositivo de palabras del Antiguo y delNuevo Testamento exhaustivo, de W. E. Vine).

Bajo el gobierno amoroso de Cristo, los seres humanos justos convertirán la Tierra en un paraíso

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