martes, 29 de abril de 2014

¿Deberían los cristianos utilizar la cruz?

Millones de personas aman y respetan la cruz. De hecho, la Enciclopedia Hispánica la considera el “símbolo de la religión cristiana”. Ahora bien, ¿deberían utilizarla los cristianos?
Primeramente, hay que tener en cuenta un hecho fundamental: Jesucristo no murió en una cruz. La palabra griega que suele traducirse “cruz” es staurós, que significa básicamente “poste o palo vertical”. Además, este término griego “nunca significa dospiezas de madera que se cruzan en algún ángulo [...]. En el griego del [Nuevo Testamento] no hay nada que siquiera dé a entender dos piezas de madera” (TheCompanion Bible).
Hay pasajes donde los escritores bíblicos usan otro término para referirse al instrumento en el que fue ejecutado Jesús. Es la palabra griega xýlon, la cual significa sencillamente “madera” y “leño, garrote o palo” (Hechos 5:30; 10:39; 13:29; Gálatas 3:13; 1 Pedro 2:24).
El estudioso Hermann Fulda explica por qué solía usarse un madero sencillo para las ejecuciones: “En los lugares elegidos para las ejecuciones públicas no siempre había árboles. Por eso, se hincaba en la tierra un poste sencillo, y a él se ataba o clavaba a los delincuentes por las manos, levantadas hacia arriba, y frecuentemente también por los pies” (Das Kreuz und die Kreuzigung [La cruz y la crucifixión]).
Pero la prueba más convincente proviene de la Palabra de Dios. El apóstol Pablo dice: “Cristo, por compra, nos libró de la maldición de la Ley, llegando a ser una maldición en lugar de nosotros, porque está escrito: ‘Maldito es todo aquel que es colgado en un madero’”, o en “un palo”, según la Nueva Biblia Española (Gálatas 3:13). Pablo cita en este versículo de Deuteronomio 21:22, 23, que claramente se refiere a un madero, y no a una cruz. El madero convertía al ejecutado en “una maldición”. Por esta razón, no estaría bien que el cristiano decorara su casa con imágenes de Cristo clavado en este instrumento de ejecución.
De acuerdo con las pruebas existentes, ¿qué ocurrió tras la muerte de Cristo? Durante los siguientes trescientos años, las personas que afirmaban ser cristianas no utilizaron la cruz en el culto. Sin embargo, en el siglo IV, el emperador Constantino se convirtió del paganismo a una forma de cristianismo apóstata. A partir de ese momento promovió la cruz como símbolo de su religión. Pero, independientemente de cuáles fueran los motivos de Constantino, la cruz no tenía nada que ver con Jesucristo. De hecho, es un símbolo de origen pagano. Una obra católica reconoce: “La cruz aparece tanto en las culturas precristianas como en las culturas no cristianas” (New Catholic Encyclopedia). Otros expertos la han relacionado con el culto a la naturaleza y los ritos sexuales paganos.
Entonces, ¿por qué se promovió este símbolo pagano? Al parecer, porque así era más fácil que los paganos aceptaran el “cristianismo”. No obstante, la Biblia condena claramente la devoción a símbolos paganos (2 Corintios 6:14-18). También prohíbe todas las formas de idolatría (Éxodo 20:4, 5; 1 Corintios 10:14). Con razón, el cristiano verdadero se niega a utilizar la cruz como instrumento para adorar a Dios.*
[Nota]
Encontrará información más detallada sobre la cruz en las págs. 91-95 del libroRazonamiento a partir de las Escrituras, editado por los testigos de Jehová.

¿Por qué permite Dios el sufrimiento?


¿Es Dios el causante del sufrimiento que hay en el mundo?
¿Qué cuestión surgió en el jardín de Edén?
¿Cómo reparará Dios todo el daño que se ha causado?
En un país desgarrado por la guerra, hubo una terrible batalla que causó la muerte de miles de mujeres y niños. Todos estos civiles fueron enterrados en una fosa común rodeada de pequeñas cruces con una misma inscripción: “¿Por qué?”. Esa es la pregunta que más hacen quienes pasan por experiencias muy dolorosas. La hacen con tristeza cuando una guerra, una catástrofe, una enfermedad o un acto violento se lleva a sus seres queridos inocentes, destruye sus casas o los hace sufrir terriblemente de otras maneras. Quieren saber por qué les suceden esas desgracias.
2 ¿Por qué permite Jehová Dios el sufrimiento? Si es todopoderoso, amoroso, sabio y justo, ¿por qué hay tanto odio e injusticia en el mundo? ¿Alguna vez se ha hecho usted esas preguntas?
3 ¿Hay algo de malo en preguntar por qué permite Dios el sufrimiento? Algunos creen que si lo hacen demuestran que les falta fe o que no le tienen respeto a Dios. Sin embargo, al leer la Biblia, usted verá que hubo siervos fieles de Dios que hicieron preguntas parecidas. Por ejemplo, el profeta Habacuc le dijo a Jehová: “¿Por qué me obligas a ver tanta violencia e injusticia? Por todas partes veo sólo pleitos y peleas; por todas partes veo sólo violencia y destrucción” (Habacuc 1:3Traducción en lenguaje actual).
4 ¿Regañó Jehová al fiel profeta Habacuc por plantear esa cuestión? No, no lo regañó. En vez de eso, incluyó sus sinceras palabras en las Escrituras inspiradas. Además, lo ayudó a entender mejor el asunto y a aumentar su fe. Jehová desea hacer lo mismo por usted. Recuerde que la Biblia enseña que “él se interesa” por nosotros (1 Pedro 5:7). Dios odia mucho más que cualquier ser humano la maldad y el sufrimiento que esta causa (Isaías 55:8, 9). Entonces, ¿por qué hay tanto sufrimiento en el mundo?
¿POR QUÉ HAY TANTO SUFRIMIENTO?
5 Mucha gente de distintas religiones ha preguntado a sus líderes y maestros religiosos por qué sufrimos tanto. La respuesta que suelen darles es que esa es la voluntad de Diosy que él ya determinó hace mucho tiempo todo lo que iba a suceder, hasta las desgracias. A muchas personas les han dicho que los caminos de Dios son misteriosos o que Dios se lleva a la gente, incluso a los niños, para que estén con él en el cielo. Sin embargo, como usted ha aprendido, Jehová nunca causa nada malo. La Biblia dice: “¡Lejos sea del Dios verdadero el obrar inicuamente [o con maldad], y del Todopoderoso el obrar injustamente!” (Job 34:10).
6 ¿Sabe por qué las personas cometen el error de culpar a Dios de todos los sufrimientos? En muchos casos, porque creen que el Dios todopoderoso es el gobernante de este mundo. No conocen una sencilla pero importante verdad que enseña la Biblia y que usted ya aprendió en el capítulo 3 de este libro. Nos referimos a que el verdadero gobernante de este mundo es Satanás.
7 La Biblia dice claramente que “el mundo entero yace en el poder del inicuo”, el Diablo (1 Juan 5:19). ¿Verdad que eso lo explica todo? El mundo refleja la personalidad del espíritu invisible que “está extraviando [o engañando] a toda la tierra habitada” (Revelación [Apocalipsis] 12:9). Satanás actúa con engaño, odio y crueldad. Por eso el mundo, que se encuentra bajo su control, está lleno de engaño, odio y crueldad. Esa es la primera razón por la que hay tanto sufrimiento.
8 La segunda razón es que, como vimos en el capítulo 3, desde que el hombre se rebeló en el jardín de Edén, es imperfecto y pecador. Por lo tanto, le atrae el poder y lucha por obtenerlo, lo que ha traído guerras, opresión y sufrimiento (Eclesiastés 4:1; 8:9). La tercera razón por la que sufrimos es lo que la Biblia llama “el tiempo y el suceso imprevisto” (Eclesiastés 9:11). Como este mundo no está gobernado por Jehová, no cuenta con su protección. Así que la gente puede sufrir daño por encontrarse en cierto lugar en un mal momento.
9 Es un consuelo saber que Dios no causa el sufrimiento. Él no es el culpable de las guerras, los crímenes, la opresión ni las catástrofes naturales que tanto dolor nos producen. Pero aún tenemos que contestar la pregunta de por qué permite todo ese sufrimiento. Si es todopoderoso, está claro que tiene el poder para ponerle fin. Entonces, ¿por qué no lo hace? Como hemos llegado a conocer a Jehová y hemos visto que es un Dios amoroso, estamos seguros de que debe tener una buena razón (1 Juan 4:8).
SURGE UNA IMPORTANTE CUESTIÓN
10 Para averiguar por qué permite Dios el sufrimiento, debemos retroceder al momento en que comenzaron todos los problemas. Cuando Satanás consiguió que Adán y Eva desobedecieran a Jehová, surgió una importante cuestión. Satanás no puso en duda elpoder de Jehová, pues sabía que no tiene límites. Más bien, puso en duda Su derecho agobernar. Al afirmar que Dios es un mentiroso y que impide que sus súbditos disfruten de cosas buenas, el Diablo lo estaba acusando de ser un mal gobernante (Génesis 3:2-5). Además, estaba dando a entender que a los seres humanos les iría mejor si no los gobernaba Dios. De esta manera lanzó un ataque contra la soberanía de Jehová, es decir, su derecho a gobernar.
11 Cuando Adán y Eva se rebelaron contra Jehová, fue como si dijeran: “No necesitamos que Dios nos gobierne. Podemos decidir por nosotros mismos lo que está bien y lo que está mal”. ¿Cómo resolvería Jehová la cuestión? ¿Cómo demostraría a todas las criaturas inteligentes que los rebeldes no tenían razón y que la forma en que él hace las cosas es la mejor? Hay quien piensa que Dios debería haber destruido a los rebeldes y haber creado una nueva pareja humana. Pero él ya había declarado que su propósito era que la Tierra fuera un paraíso y se llenara con los descendientes de Adán y Eva (Génesis 1:28). Y Jehová siempre cumple todo lo que se propone (Isaías 55:10, 11). Además, si hubiera eliminado a los rebeldes en el jardín de Edén, no se habría resuelto la cuestión relacionada con Su derecho a gobernar.
12 Pongamos una comparación. Un maestro está explicando a sus alumnos cómo resolver un difícil problema de matemáticas. De repente, un alumno inteligente pero rebelde afirma que la forma en que lo está resolviendo es incorrecta, y así da a entender que es un mal maestro. El muchacho insiste en que él conoce una forma mucho mejor de resolverlo. Algunos de sus compañeros de clase creen que tiene razón y se rebelan también. ¿Qué debería hacer el maestro? Podría echar de la clase a los estudiantes rebeldes, pero ¿cómo reaccionarían los demás? Tal vez pensarían que su compañero y los que se unieron a él tienen razón. Podrían perderle el respeto al maestro y pensar que tiene miedo de que se pruebe que está equivocado. Pero ahora suponga que el profesor permite que el estudiante rebelde demuestre a la clase cómo resolvería él el problema.
13 Jehová ha hecho algo parecido. Recuerde que quienes se rebelaron en el jardín de Edén no eran los únicos implicados en la cuestión. Millones de ángeles observaron lo que ocurrió (Job 38:7; Daniel 7:10). La forma en que Jehová respondiera a la rebelión tendría importantes consecuencias para aquellos ángeles y, con el tiempo, para todas las demás criaturas inteligentes. Así pues, ¿qué ha hecho Jehová? Ha permitido que Satanás demuestre cómo gobernaría él a la humanidad. Y también ha permitido que los seres humanos se gobiernen a sí mismos bajo la dirección de Satanás.
14 El maestro del que hablábamos sabe que el joven rebelde y los alumnos que lo apoyan no tienen razón. Pero también sabe que si deja que intenten resolver el problema a su manera, toda la clase se beneficiará. Así es, cuando se demuestre que los rebeldes están equivocados, los alumnos que sean sinceros reconocerán que el maestro es el único capacitado para dar la clase. Además, entenderán por qué a continuación este expulsa de la clase a los estudiantes rebeldes. Del mismo modo, Jehová sabe que todos los ángeles y humanos sinceros se beneficiarán cuando vean que Satanás y los demás ángeles rebeldes no tienen razón y que la humanidad no puede gobernarse a sí misma. Aprenderán esta gran verdad que expresó el profeta Jeremías: “Bien sé yo, oh Jehová, que al hombre terrestre no le pertenece su camino. No pertenece al hombre que está andando siquiera dirigir su paso” (Jeremías 10:23).
¿POR QUÉ TANTO TIEMPO?
15 Pero ¿por qué ha permitido Jehová que el sufrimiento dure tanto tiempo? ¿Y por qué no evita que sucedan cosas malas? Pues bien, pensemos en dos cosas que el maestro antes mencionado no haría. Por un lado, no impediría que el alumno rebelde demostrara cuál es su solución, y por otro lado, no lo ayudaría a resolver el problema. De igual modo, hay dos cosas que Jehová ha decidido no hacer. En primer lugar, no ha impedido que el Diablo y los que están de su parte intenten demostrar que tienen razón. Para ello ha sido necesario dejar pasar el tiempo. En sus miles de años de historia, la humanidad ha probado todo tipo de gobierno y ha hecho avances en la ciencia y en otros campos. No obstante, las injusticias, la pobreza, los delitos y las guerras no han dejado de aumentar. Está más que demostrado que la gobernación humana es un fracaso.
16 En segundo lugar, Jehová no ha ayudado a Satanás a gobernar este mundo. Si Dios evitara que ocurrieran crímenes horribles y otras desgracias, ¿no cree que en realidad estaría apoyando a los rebeldes? ¿Verdad que podríamos pensar que los seres humanos podemos gobernarnos sin que se produzcan resultados desastrosos? Si Jehová actuara de esa forma, sería cómplice de una mentira. Sin embargo, “es imposible que Dios mienta” (Hebreos 6:18).
17 Pero ¿qué puede decirse de todo el daño que ha causado la larga rebelión contra Dios? Recordemos que Jehová es todopoderoso. Por lo tanto, puede reparar todo ese daño y, además, va a hacerlo. Como hemos aprendido, nuestro planeta se recuperará del maltrato que ha recibido y se convertirá en un paraíso. Gracias a la fe en el sacrificio de Jesús, los seres humanos serán liberados de las consecuencias del pecado. Y en el caso de los difuntos, la resurrección reparará el daño causado por la muerte. De esa forma, Dios utilizará a Jesús “para desbaratar las obras del Diablo” (1 Juan 3:8). Jehová hará todo esto en el momento que él considere mejor. Podemos alegrarnos de que no haya actuado antes, pues gracias a su paciencia se nos ha ofrecido la oportunidad de aprender la verdad y servirle (2 Pedro 3:9, 10). Mientras tanto, Dios está buscando a las personas que desean sinceramente adorarlo y las ayuda a aguantar los sufrimientos en este mundo lleno de problemas (Juan 4:23; 1 Corintios 10:13).
18 Algunos tal vez piensen que todo este sufrimiento se habría evitado si Dios hubiera creado a Adán y Eva de tal modo que fueran incapaces de rebelarse. Para saber por qué no lo hizo, recuerde un valioso regalo que Jehová nos ha hecho.
¿CÓMO UTILIZARÁ USTED EL REGALO DE DIOS?
19 Como vimos en el capítulo 5, los seres humanos fuimos creados con libre albedrío, es decir, con la capacidad de tomar nuestras propias decisiones. ¿Se da cuenta de lo valioso que es ese regalo? Dios creó también muchísimos animales, pero todos ellos se guían principalmente por el instinto (Proverbios 30:24). Y el hombre ha fabricado robots que están programados para obedecer órdenes. ¿Seríamos nosotros felices si Dios nos hubiera hecho de esa forma? Claro que no. Por eso nos alegra tener la libertad de decidir, por ejemplo, qué clase de personas seremos, qué vida llevaremos y qué amistades haremos. A nosotros nos encanta tener esa libertad, y Dios quiere que la tengamos.
20 Jehová no desea que le sirvamos por obligación (2 Corintios 9:7). ¿Qué prefiere cualquier padre o madre: que su hijo le diga “Te quiero mucho” porque lo han obligado a hacerlo, o porque le sale del corazón? Entonces, la pregunta que usted debe hacerse es: “¿Cómo utilizaré yo el libre albedrío que Jehová me ha dado?”. Satanás, Adán y Eva lo utilizaron de la peor manera posible, pues rechazaron a Jehová Dios. ¿Y usted? ¿Qué hará?
21 Usted tiene la posibilidad de utilizar ese maravilloso regalo, el libre albedrío, de la mejor forma. Puede unirse a los millones de seres humanos que se han puesto del lado de Jehová. Estas personas le causan gran alegría a Dios porque demuestran que Satanás es un mentiroso y un malísimo gobernante (Proverbios 27:11). Usted puede hacer lo mismo si escoge el mejor modo de vida. En el siguiente capítulo se explicará cuál es este.
LO QUE LA BIBLIA ENSEÑA
▪ Dios no es el causante de las cosas malas que suceden (Job 34:10).
▪ Al afirmar que Jehová es un mentiroso y que impide que sus súbditos disfruten de cosas buenas, Satanás puso en duda que Dios tenga derecho a gobernar (Génesis 3:2-5).
▪ Jehová utilizará a su Hijo, el Gobernante del Reino mesiánico, para eliminar el sufrimiento y para reparar el daño que ha causado la rebelión (1 Juan 3:8).

¿Cómo influyen en nosotros las criaturas espirituales?

¿Ayudan los ángeles a los seres humanos?
¿Cómo han influido los malos espíritus en la gente?
¿Debemos tenerles miedo a los malos espíritus?
NORMALMENTE, conocer a alguien implica saber algunas cosas sobre su familia. De igual modo, conocer a Jehová Dios implica tener cierta información sobre su familia celestial. Esta se compone de ángeles, pues la Biblia los llama “hijos de Dios” (Job 38:7). Pero ¿cómo los utiliza Jehová para realizar su propósito? ¿Han cumplido alguna función en la historia de la humanidad? ¿Influyen los ángeles en nuestra vida? Si así es, ¿cómo?
2 La Biblia menciona a los ángeles cientos de veces. Analicemos algunas de ellas para conocerlos mejor. ¿Qué origen tienen los ángeles? Colosenses 1:16 responde: “Por medio de [Jesucristo] todas las otras cosas fueron creadas en los cielos y sobre la tierra”. Así pues, todos los seres espirituales llamados ángeles fueron creados individualmente por Jehová Dios mediante su Hijo primogénito. ¿Cuántos ángeles hay? La Biblia indica que hay cientos de millones y que todos ellos son poderosos (Salmo 103:20).*
3 La Palabra de Dios, la Biblia, nos informa que cuando Jehová creó la Tierra, “todos los hijos de Dios empezaron a gritar en aplauso” (Job 38:4-7). Este pasaje bíblico nos enseña que los ángeles ya existían mucho antes de la creación del hombre, pues existían incluso antes de la creación de la Tierra. También muestra que los ángeles tienen sentimientos, porque dice que “gozosamente clamaron a una”. Note que “todos los hijos de Dios” se alegraron “a una”, es decir, a la vez. Así que en aquel entonces, todos los ángeles formaban parte de una sola familia que servía unida a Jehová.
AYUDA Y PROTECCIÓN DE LOS ÁNGELES
4 Desde que observaron la creación de nuestros primeros padres, las criaturas espirituales fieles han demostrado mucho interés en la creciente familia humana y en el cumplimiento del propósito de Dios (Proverbios 8:30, 31; 1 Pedro 1:11, 12). Sin embargo, con el paso del tiempo han visto cómo la mayor parte de la humanidad ha decidido no servir a su amoroso Creador. Sin duda, esto ha entristecido a los ángeles fieles. Por otra parte, cuando regresa a Jehová aunque sea una sola persona, “surge gozo entre los ángeles” (Lucas 15:10). Como hemos visto, a ellos les importa mucho el bienestar de los siervos de Dios. Por eso no nos sorprende que Jehová los haya utilizado en muchas ocasiones para fortalecer y proteger a quienes le son fieles en la Tierra (Hebreos 1:7, 14). Veamos algunos ejemplos.
5 Cuando Dios destruyó las malvadas ciudades de Sodoma y Gomorra, el justo Lot y sus hijas sobrevivieron gracias a que dos ángeles los sacaron de la zona (Génesis 19:15, 16). Siglos después, el profeta Daniel fue arrojado a un foso en el que había leones, pero no sufrió ningún daño. Él explicó así la razón: “Mi propio Dios envió a su ángel y cerró la boca de los leones” (Daniel 6:22). En el siglo primero de nuestra era, un ángel liberó al apóstol Pedro de la prisión (Hechos 12:6-11). También Jesús recibió ayuda angélica cuando comenzaba su servicio a Dios en la Tierra (Marcos 1:13). Y poco antes de su muerte, se le apareció un ángel y “lo fortaleció” (Lucas 22:43). ¡Cuánto debió de animar a Jesús recibir ese apoyo en momentos tan importantes de su vida!
6 Hoy en día no vemos a estas criaturas espirituales, pues ya no se aparecen a los siervos de Jehová en la Tierra. Sin embargo, los poderosos ángeles siguen protegiendo al pueblo de Dios, sobre todo de las cosas que ponen en peligro su espiritualidad. La Biblia dice: “El ángel de Jehová está acampando todo en derredor de los que le temen, y los libra” (Salmo 34:7). ¿Por qué deberían animarnos mucho esas palabras? Porque hay peligrosos espíritus malignos, los cuales quieren acabar con nosotros. ¿Quiénes son? ¿De dónde salieron? ¿De qué formas tratan de perjudicarnos? Para averiguarlo, veamos brevemente algo que sucedió en los comienzos de la historia de la humanidad.
ESPÍRITUS QUE SON NUESTROS ENEMIGOS
7 Como aprendimos en el capítulo 3, hubo un ángel que se dejó llevar por el deseo de gobernar a otras personas, y de ese modo se puso en contra de Dios. Más tarde se le llegó a conocer por los nombres de Satanás y Diablo (Revelación 12:9). Después de engañar a Eva, durante un período de mil seiscientos años consiguió que casi todos los seres humanos se apartaran de Dios. Solo unos cuantos fueron fieles; por ejemplo, Abel, Enoc y Noé (Hebreos 11:4, 5, 7).
8 En tiempos de Noé hubo otros ángeles que se rebelaron contra Jehová. Dejaron su lugar en la familia celestial de Dios, bajaron a la Tierra y tomaron cuerpos de carne y hueso. ¿Por qué? Génesis 6:2 nos explica: “Los hijos del Dios verdadero empezaron a fijarse en las hijas de los hombres, que ellas eran bien parecidas; y se pusieron a tomar esposas para sí, a saber, todas las que escogieron”. Aquellos ángeles estaban corrompiendo a la humanidad, pero Jehová Dios no iba a tolerarlo por mucho tiempo. De modo que mandó un diluvio que acabó con toda la gente mala del mundo; solo se salvaron sus siervos fieles (Génesis 7:17, 23). Para sobrevivir, los ángeles rebeldes, o demonios, se vieron obligados a abandonar sus cuerpos humanos y regresar al cielo como seres espirituales. Con sus acciones demostraron que se habían puesto del lado del Diablo, quien de esa forma se convirtió en “el gobernante de los demonios” (Mateo 9:34).
9 Cuando los ángeles desobedientes regresaron al cielo, Dios no les permitió que siguieran formando parte de su familia celestial, igual que había hecho con Satanás (2 Pedro 2:4). Aunque ahora no pueden tomar cuerpos de carne y hueso, estos demonios todavía ejercen una terrible influencia en los humanos. De hecho, con su ayuda, Satanás “está extraviando a toda la tierra habitada” (Revelación 12:9; 1 Juan 5:19). ¿Cómo? Los demonios tienen varios métodos para extraviar, o engañar, a la gente (2 Corintios 2:11). Analicemos algunos de ellos.
CÓMO ENGAÑAN LOS DEMONIOS
10 Los demonios utilizan el espiritismo para engañar a la gente. El espiritismo es el conjunto de prácticas con las que se establece relación con los demonios, sea directamente o a través de un médium. La Biblia condena estas prácticas y nos advierte que evitemos todo lo relacionado con ellas (Gálatas 5:19-21). Se podría comparar el espiritismo al cebo, o carnada, que usan los pescadores. El pescador emplea diversos tipos de cebo para atrapar distintos tipos de peces. De igual modo, los malos espíritus utilizan diferentes formas de espiritismo para que distintos tipos de personas caigan bajo su control.
11 Un tipo de cebo que usan los demonios es la adivinación. ¿Qué abarca la adivinación? Todas las prácticas con las que se intenta conocer el futuro o lo oculto. Algunas formas de adivinación son la astrología, el uso de la bola de cristal, el empleo de cartas —como las del tarot—, la lectura de la palma de la mano y la búsqueda de revelaciones o señales misteriosas en los sueños. Aunque muchos creen que estas prácticas son inofensivas, la Biblia muestra que los adivinos trabajan en colaboración con los espíritus malos. Por ejemplo, Hechos 16:16-18 dice que “un demonio de adivinación” hacía posible que una muchacha practicara “el arte de la predicción”. Por eso, tan pronto como fue librada del demonio, la muchacha perdió esa habilidad.


12 Otra forma que tienen los demonios de engañar a la gente es animándola a comunicarse con los muertos. A los que lloran la muerte de seres queridos, a menudo se les hace creer cosas sobre los muertos que no son ciertas. Puede que un médium les dé información poco conocida sobre el difunto o hable con una voz que parezca la suya. Esto ha llevado a muchas personas a pensar que los muertos en realidad están vivos y que si se comunican con ellos recibirán consuelo. Pero tal consuelo es falso y, además, peligroso. ¿Por qué? Porque los demonios pueden imitar la voz de los muertos y dar a los médium información sobre ellos (1 Samuel 28:3-19). Por otra parte, como aprendimos en el capítulo 6, cuando alguien fallece, deja de existir (Salmo 115:17). De modo que todo el que “pregunt[a] a los muertos” ha sido engañado por los malos espíritus y actúa en contra de la voluntad de Dios (Deuteronomio 18:10, 11; Isaías 8:19). Por lo tanto, haga todo lo posible por evitar esa peligrosa carnada de los demonios.
13 Los espíritus malignos no solo engañan a la gente, sino que también la asustan. Satanás y sus demonios saben que solo les queda “un corto espacio de tiempo” para que los eliminen de la escena; por eso actúan con más crueldad que nunca (Revelación 12:12, 17). Aun así, miles de personas que antes vivían atemorizadas por esos espíritus han podido librarse de ellos. ¿Cómo lo han logrado? ¿Cómo puede uno librarse de los demonios, incluso si ha estado practicando el espiritismo?
CÓMO OPONERSE A LOS MALOS ESPÍRITUS
14 La Biblia nos dice cómo oponernos a los espíritus malos y cómo librarnos de ellos. Veamos el ejemplo de los cristianos que vivían en la ciudad de Éfeso en el siglo primero. Antes de hacerse cristianos, algunos de ellos habían practicado el espiritismo. Cuando decidieron dejar de hacerlo, ¿qué paso dieron? La Palabra de Dios indica: “Buen número de los que habían practicado artes mágicas juntaron sus libros y los quemaron delante de todos” (Hechos 19:19). Aquellos nuevos cristianos destruyeron sus libros de magia, y así dieron el ejemplo a la gente de la actualidad que quiera oponerse a los espíritus malos. Quienes deseen servir a Jehová tienen que deshacerse de todos los objetos relacionados con el espiritismo. Eso incluye libros, revistas, películas, carteles y grabaciones musicales que animen a practicar el espiritismo o lo presenten como algo atractivo y emocionante.También incluye los amuletos u otros objetos que suele llevar la gente para protegerse del mal (1 Corintios 10:21).
15 Unos años después de que los cristianos de Éfeso destruyeron sus libros de magia, el apóstol Pablo les escribió: “Tenemos una lucha [...] contra las fuerzas espirituales inicuas [o malvadas]” (Efesios 6:12). Eso indica que los demonios no se habían rendido. Aún intentaban tener a los cristianos bajo su control. Así pues, ¿qué más tenían que hacer estos? “Sobre todo —les dijo Pablo—, tomen el escudo grande de la fe, con el cual podrán apagar todos los proyectiles encendidos del inicuo”, es decir, de Satanás (Efesios 6:16). Cuanto más fuerte sea nuestro escudo de la fe, mejor podremos oponernos a las fuerzas espirituales malvadas (Mateo 17:20).
16 Entonces, ¿cómo podemos fortalecer la fe? Estudiando la Biblia. Para que un muro sea sólido, es muy importante que tenga cimientos fuertes. Del mismo modo, para que nuestra fe sea sólida, debe tener un fundamento fuerte: el conocimiento exacto de la Palabra de Dios. Si leemos y estudiamos la Biblia todos los días, nuestra fe se fortalecerá. Como un muro sólido, esa fe nos servirá de escudo contra la influencia de los espíritus malos (1 Juan 5:5).
17 ¿Qué más tenían que hacer los cristianos de Éfeso? Como vivían en una ciudad llena de demonismo, necesitaban más protección aún. Por eso, Pablo les dijo: “Con toda forma de oración y ruego, [oren] en toda ocasión en espíritu” (Efesios 6:18). Como nosotros también vivimos en un mundo lleno de demonismo, para hacer frente a los ataques de los malos espíritus es esencial que le roguemos a Jehová que nos proteja. Algo fundamental es que mencionemos el nombre de Jehová en las oraciones (Proverbios 18:10). Además, tenemos que pedirle constantemente que ‘nos libre del inicuo’, Satanás (Mateo 6:13). Sin duda alguna, Dios contestará esos ruegos (Salmo 145:19).
18 Es cierto que los espíritus malignos son peligrosos. Pero no tenemos por qué vivir atemorizados por ellos si nos oponemos al Diablo y nos acercamos a Dios haciendo Su voluntad (Santiago 4:7, 8). El poder de los malos espíritus tiene límites. En tiempos de Noé, los demonios fueron castigados, y en el futuro recibirán su juicio final (Judas 6). Recuerde también que contamos con la protección de los poderosos ángeles de Jehová (2 Reyes 6:15-17). Ellos están muy pendientes de nuestra lucha contra los espíritus malos y desean que la ganemos. Por así decirlo, nos aplauden para animarnos. Por lo tanto, sigamos unidos a Jehová y a su familia de criaturas espirituales fieles. Además, evitemos todo tipo de espiritismo y pongamos siempre en práctica los consejos de la Palabra de Dios (1 Pedro 5:6, 7; 2 Pedro 2:9). De esa forma, seguro que venceremos en nuestra lucha contra los seres espirituales malvados.
19 Pero ¿por qué ha permitido Dios que sigan existiendo tanto los malos espíritus como la maldad, que tanto sufrimiento ha causado? En el siguiente capítulo se responderá esta pregunta.